V // 𝘊𝘦𝘭𝘢𝘳

315 22 51
                                    

Topo se encontraba en la sala, sentado en el sillón mirando el televisor. Hubiera permanecido así durante todo el tiempo que su mente le hubiera dado para quedarse así; pero algo desvió su atención.

Roberto se estaba mirando frente a un espejo que tenían en la misma sala. Se estaba preparando, o al menos eso aparentaba, se acomodaba el pelo.

— ¿A dónde vas, Rober? —preguntó el menor.

—No te interesa —respondió el mayor dándole la espalda a su pareja.

—Sí me interesa, por algo te pregunto.

—Dios... —susurró el de rulos y se dió la vuelta para mirar a su pareja —. Voy a ver a alguien.

El de lentes empezó a sentir una sensación rara. No eran celos, no del todo. No por completo, pero sí los sentía en una mínima proporción.

—Roberto... Vos sabés que no me gusta ser tóxico, ni metido ni nada de eso pero- —Topo fue interrumpido por Roberto.

— ¡Gustavo! Dios... Solo voy a ver a una “amiga”, nada más... Déjame vivir, hombre.

—Solo quería saber... —dijo Gustavo por lo bajo, pero no tan bajo para que Roberto no escuche.

—Bueno, ahí tenés tu respuesta.

Topo se quedó callado, ahora la sensación de celos había aumentado.

Como tal, los sentía en el centro del pecho.

—No estoy celoso... —pensó Topo.

Antes de que Roberto abriera la puerta. Topo se levantó y lo agarró del brazo, haciendo que el mayor se dé la vuelta.

— ¿Ahora qué querés? —preguntó el mayor desinteresado.

— ¿Puede venir Pedro a casa mientras vos no estás? Digo, sí vos podés ir a ver a una amiga, yo también puedo invitar a un amigo para que venga.

—Que necesitado de atención... —pensó Roberto.

Los dos se quedaron en silencio.

—Si no decís nada lo voy a invitar sin tu permiso.

—Bueno... Hacé lo que quieras, celoso.

— ¡No estoy celoso!

—Lo que digas. Chau, supongo.

Fue lo último que dijo Roberto.

Después de eso, empujó a Topo y se soltó de su agarre. Para finalmente, irse.

Topo le mandó un mensaje a Pedro.

Che, Roberto me dejó invitarte a casa... ¿Viste? Yo te dije que no era tan malo. Igualmente, ¿Estás libre para venir?

Decía el mensaje. Pedro no tardó mucho en responder.

Supongo que es bueno, pero aún así me preocupa de lo que es capaz ese señor... Bueno, no importa. Sí estoy libre, ahí voy.

Decía el mensaje de Pedro.

Topo solo le respondió con un “Okey” y después dejó su teléfono. Ordenó un poco la casa y se sentó a esperar a Pedro.

Él sabía que vivía lejos. Así que no le parecía raro si tardaba bastante en llegar. A veces le costaba llegar a la casa de Pedro. Cuando Roberto le dejaba ir, claro.

Cuando Pedro llegó, tocó la puerta. Topo se levantó y fue a abrirle.

— ¡Hey! —dijo Topo.

— ¿Cómo estás? —preguntó Pedro mientras hacía un apretón de manos con su amigo.

—Podría estar mejor —pensó el de lentes — ¡Bien! ¿Y vos? —dijo finalmente.

—Yo... Bastante bien, algo preocupado por la actitud recurrente de tu pareja...

—Tranquilo, normalmente se le pasa rápido. ¡Es un amor de persona! Simplemente se enoja rápido, y a veces es algo impaciente...

—Eso es una bandera roja total. Mucha gente se enoja rápido, pero sí supiera controlarlo sí se lo dejaría pasar.

—Pero no le hace daño a nadie...

—Te hace daño a vos, Gustavo... ¿No te das cuenta?

—A veces —pensó Topo.

Se quedaron callados.

— ¿Y si vamos a la sala para hablar? Digo, para sentarnos y eso... —sugirió el menor.

—Okey —dijo el mayor.

Y así, los dos se dirigieron a la sala. Se sentaron en el sillón y ahí se quedaron hablando.

 Se sentaron en el sillón y ahí se quedaron hablando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cambio de opinión, me gusta hacer capítulos cortos.

Había dejado abandonada esta historia... Me concentré bastante en Mirenme y hasta cierto punto olvidé que este fic existía, perdón.

Igual, mientras no lo cancele siempre voy a seguir actualizando. De ahí a actualizar seguido, es otra cosa.

No tengo nada más que decir.

Adiós maricones, los quiero. Cuídense, muak.







































Total de palabras: 672.

𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘤𝘰́𝘯 ♡ Violentometro // Titopo(n't)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora