—Residencia McGarrett, Honolulu—
La tenue luz que entraba por la ventana con persianas dejaba en evidencia a ambos hombres en la cama. Danny estaba de espaldas a Steve quien desde hace un par de minutos lo observaba, por sobre todo, las marcas de dientes que le había dejado en el cuello. Su cabello desordenado le daba un aspecto sexy.
Lentamente, se acercó más a él para besarle las marcas. Sus manos se deslizaron por los brazos velludos del rubio hasta hacerlo removerse y quejarse.
—¿Qué haces? —Preguntó medio dormido y con la voz rasposa.
—¿Tú qué crees? —Respondió Steve desviando su boca a la contraria para besarlo con apasionada lentitud despertando así a Danny quien llevó su mano directamente al miembro del moreno haciéndolo jadear.
—Recuérdame por qué vine a tu casa cuando pudimos coger a gusto en la mía —susurró sobre sus labios mientras Steve se posicionaba encima de él rozándose suavemente.
—Porque mi hermana está aquí y puede sospechar si desaparezco todas las noches como antes —respondió preparándolo como el rubio le había enseñado—. ¿Voy bien?
—Sí —jadeó abriendo más las piernas—. ¿Qué horas...?
—Las cinco de la mañana.
—Aún hay tiempo —dijo bien acalorado.
Los gemidos no se hicieron esperar cuando el moreno lo embestía solo con los dedos y con su boca torturaba los pezones del rubio. No había necesidad de que lo penetrara para sentirse completamente excitado. Se sentía tan bien solo así, lo cual no le había pasado antes. No había sentido la comodidad que Steve le brindaba en ese momento con ninguno de sus anteriores amantes.
Eran simples juegos previos los que lo estaban prendiendo. Por lo que decidió devolverle las sensaciones a Steve tomando su miembro para atenderlo. Su espalda se arqueaba mientras Steve jadeaba gustoso por el placer que le provocaba solo el toque de su mano.
—Ah... Métela ya —le ordenó a lo que el otro obedeció sin perder tiempo.
El chapoteo de sus cuerpos y el calor encerrado en la habitación hacia que la atmósfera fuera embriagante. El pecho pálido de Danny se veía como una jugosa fruta que no dudó en desperdiciar mordiéndola y lamiéndola mientras entraba y salía. No necesitó mucho después de eso para correrse dentro del otro.
—Ya debo irme —jadeó cuando el moreno salió de él.
—Aún no amanece por completo, así que aprovecha —dijo buscando papel para limpiarse.
—Pero antes. —Se acercó a Steve para lamer con lentitud su virilidad hasta dejarla limpia—. Como quisiera quedarme un poco más. Aún está dura.
—Ya vete —le decía con ganas de follarle la boca.
Danny sonrió divertido y se metió al baño a darse un ducha rápida para después escabullirse a la calle usando una peluca y ropa diferente para pasar desapercibido.
Era un riesgo hacer aquello, pero además de que no tenían de otra, la idea de lo prohibido era excitante.
~...~
—Vaya. Tardaste en bajar —habló Mary cuando lo vio bajar mientras terminaba el desayuno.
—He estado cansado últimamente.
—¿Tiene que ver con tu amante?
—¿Amante? —Repitió.
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El Trato - Fanfic McDanno
Fanfic-¿A qué te refieres con algo a cambio? -Inquirió el moreno dudoso más tenso que una cuerda. -Todo en esta vida es dar y recibir, querido. -El rubio cruzó sus piernas mientras se dejaba caer en su silla-. Cuando encuentres algo que no requiera algo a...