7: Una nueva alianza

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El entrenamiento iba a ser lo peor. Rupert y yo nos levantamos pronto a la mañana para llegar a tiempo. Ahí, una señora nos explicó cómo sería la semana de entrenamientos. Nos avisó que las armas eran importantes, pero que las prácticas de supervivencia podrían serlo más.

Los profesionales la ignoraron al instante. Los seis fueron rápidamente a hacerse dueños de todas las espadas, hachas, arcos y machetes que encontraron. No había ninguna hoz, pero eso no quitaba la posibilidad de que las hubiera en la cornucopia.

-Vamos a aprender a hacer fuego -me sugirió Rupert.

Los dos fuimos a la sección de fuego. Un par de tributos más se unieron a nosotros, pero no hablamos con ninguno. Tras hora y media de práctica, le dije a Rupert que iría a aprender a hacer nudos.

-Yo me quedaré un poco más aquí -me dijo él.

-Vale. Nos juntamos luego.

Fuí a la sección de nudos, donde un entrenador explicaba cómo se hacían. Estaba yo sola en esa sección, así que era un poco aburrida. Lo bueno era que los vigilantes no se estaban fijando demasiado en mí, sino en los profesionales, que peleaban y practicaban con sus armas.

Eran buenos de verdad. Podrían matar a cualquiera de esa sala si lo quisieran.

Pasé unos minutos practicando hasta que el entrenador se fué por su hora de descanso. Yo me quedé un poco más, practicando algunos nudos de pesca y de trampas, hasta que alguien más se unió a mi.

La chica del Distrito 5 había cogido unas cuerdas, y se había puesto a imitar lo que hacía. Como el entrenador no estaba, no había nadie para corregirla, pero yo no iba a ser la que le explicaría las cosas.

Continué a lo mio hasta que ella dejó de hacer nudos. Pensé que se marcharía a otra sección, pero la chica me estaba mirando.

La recordaba de su cosecha. Bonnie. No había llorado, ni tampoco había temblado. Había sido una persona muy sonriente todo el tiempo, y eso hizo que la respetase. Aunque no me esperaba que tuviera un interés en mi.

La recordaba de su cosecha. Bonnie. No había llorado, ni tampoco había temblado. Había sido una persona muy sonriente todo el tiempo, y eso hizo que la respetase. Aunque no me esperaba que tuviera un interés en mi.

-Hola -dijo.

-Hola -saludé yo de vuelta, sin levantar la mirada de mis nudos.

-¿Anlieese, verdad?

-Sí.

Pensaba que se iba a marchar, pero Bonnie se acercó más todavía.

-Soy Bonnie, Distrito 5 -se presentó.

-Lo sé.

Bonnie seguía mirándome, esperándo alguna respuesta más. Levante la cabeza de mis nudos para verle la cara.

-¿Qué quieres? -pregunté.

-Fue impresionante. Cuando pegaste a esa chica...

-¿Qué quieres? -volví a preguntar.

Bonnie respiro hondo, como si estuviera intentando mantener la calma.

-Quiero aliarme contigo.

Dejé de hacer nudos. No me esperaba que algún tributo se interesara en hacerse aliados conmigo. Miré a Rupert, quien seguía en la sección de fuego.

-Ya tengo un aliado -dije, señalando a mi amigo.

-Sí, pero yo no. -Bonnie me miró a los ojos, parecía dolida- El chico de mi distrito no quiere saber nada de mí. No tengo a nadie en la arena.

Miré al resto de tributos. El chico del 5, Voltt, no era nada más que un niño de doce años. Pero estaba solo, en la sección de camuflaje, y cuando un tributo se acercó, él se cambió de sección automáticamente.

-Es sólo un niño -dije.

-Uno muy desconfiado. He intentado ganármelo estos días, pero no quiere saber nada de mí. En parte lo entiendo pero... en fin, quiero un aliado. Y tú pareces ser una buena opción.

-¿Yo?

-Sí. No eres como los profesionales. Todo el mundo sabe que ellos cogen a sus aliados por interés. Si alguna vez me quisieran, sería la primera víctima cuando no quedara nadie más. No tendría confianza. Pero contigo sí, porque eres de un Distrito más pequeño, como yo.

-Si buscas distritos pequeños puedes ir a hablar con los del 12.

-Pero los del 12 no han demostrado nada hasta ahora. Tú si, en tu cosecha.

Me quedé mirando a Bonnie. Había sinceridad en sus palabras. La chica tenía miedo, y me veía como una buena aliada.

-Está bien. -dije al final- Pero tienes que tener en cuenta que aliarte conmigo significa aliarse con Rupert.

-No me cabe duda.

-Bien.

Bonnie sonrió.

-Gracias.

Luego se marchó a la sección de alimentos. Esa sería una buena sección para ir y aprender a distinguir alimentos comestibles y venenosos, pero tampoco quería hacerme amiga de Bonnie. Por mucho que ahora fuéramos aliadas, en algún momento ella tendría que morir.

-¿Qué quería la chica del 5? -me preguntó Rupert. Al parecer había dejado atrás la sección de fuego.

-Quería ser nuestra aliada.

-¿Y...?

-Le he dicho que sí. Su compañero de distrito no quiere saber nada de ella, y necesitaba a alguien. Además, parece una chica bastante espabilada.

-Me parece bien -dijo Rupert, mirando en dirección a Bonnie.

-Bien. ¿Qué es lo siguiente? -Quería cambiar de tema y concentrarme otra vez en nuestro entrenamiento.

-Quiero aprender a hacer trampas para cazar. ¿Me acompañas?

-Claro que sí.

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A/N: Holaaa! Este cap ha sido corto, pero pronto se viene la demostración a los vigilantes y las entrevistas! La verdad es que tengo muchas ganas de publicar esas partes.

Por favor votad esta historia y darle apoyo, lo agradecería mucho. Hasta el próximo capítulo! :)

Búscame en los campos --- 72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora