Sonrisas y Primeros Vínculos (E)

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Finales de 1982

Charlie se levantó con entusiasmo, y con un saludo cariñoso, interactuó con sus queridos juguetes.

"Buenos días, Theodore", dijo Charlie al conejo púrpura que descansaba en una esquina de su cama.

Luego, con juguetona energía, añadió: "Buenos días, Stanley", moviendo el ponny que reposaba en su repisa, haciendo que las ruedas del juguete se movieran y sacudieran todo sobre la mesa.

Finalmente, dedicó una mirada especial a su favorita, "Buenos días, Ella", expresando afecto hacia el tercer juguete que ocupaba un lugar especial en su corazón.

Después de interactuar con sus juguetes, Charlie se dirigió al baño para lavarse la cara y cepillarse los dientes. Luego, bajó a donde se encontraba su padre, Henry Emily, quien estaba en el comedor.

"Buenos días, hija. ¿Amaneciste bien hoy?" dijo Henry con una cálida sonrisa.

"Sí, papá, amanecí bien." Charlie se sentó en la mesa mientras se servía de su cereal en su tazón para comer; sin embargo, no esperaba la noticia que su padre le daría.

"Me alegra que hayas dormido bien, ya que hoy iremos a fredbear family diner." Henry dijo con emoción esa última parte.

"¡¿En serio?! Finalmente podré ir al restaurante en el que tanto trabajas." A Charlie se le notaba su emoción.

"Sí, Charlie, solo déjame guardar unas cosas y estaremos listos. Mientras tanto, báñate y cámbiate." Henry tenía que llevar unas cajas con piezas de animatrónicos y unos planos de estos a su compañero de trabajo para ver qué opinaba su socio.

"Sí, sí, está bien, papi." Charlie salió corriendo de la mesa a bañarse y a cambiarse; estaba muy emocionada por la visita que daría al restaurante de su padre, él le había hablado mucho de ese lugar, y Charlie lo había visto trabajar muy duro para ese local.

Después de salir de la ducha, Charlie se cambió rápidamente, optando por un polo azul cian suave que resaltaba sus ojos avellana. Combinó el polo con unos cómodos pantalones negros y se aseguró de que su cabello castaño claro estuviera recogido en una coleta con un lazo de color  verde.

Después de 20 minutos, los dos Emily estaban listos para ir; Henry terminó de subir las cajas a la camioneta, y Charlie salió de su habitación recién bañada.

"Y dime, hija, ¿estás emocionada por ver el restaurante?"

"Claro, papi, tengo muchas ganas de ir, ya quiero jugar en los arcades, comer mucha pizza ver a los animatrónicos y jugar con muchos niños.", respondió Charlie con una sonrisa mientras observaba a su padre, Henry, que lucía una camisa de cuadros naranja oscuro, jeans azul oscuro y unas llamativas botas naranjas. Con su barba robusta y su cabello castaño, parecía un hombre rudo pero amable, listo para llevarlos a una aventura en el restaurante.

"Oh, creo que no te lo dije." El barbón no se le pasó por la cabeza haberle aclarado a su hija lo más importante.

"¿Qué pasa?" Charlie estaba confundida.

"El restaurante está cerrado por mantenimiento. Mi socio y yo tenemos que arreglar a los animatrónicos y planificar cosas en el lugar. Tenemos planeado poner una piscina de pelotas y cosas así, jeje, a los niños les encantará."

"Ah, está bien." Dijo desanimada y con la cabeza baja.

"Hey, tranquila, podrás tener la pizza ilimitada que quieras." Henry acarició la cabeza de Charlie intentando animarla.

Entre Sombras: La Travesía de Tres Amigos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora