Perdido por ella | 7

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Con un pensamiento claro en su mente y un sentimiento de extrañeza, Sakura volvió a casa sin poder dejar de pensar en aquel tranquilo encuentro con su alma gemela. Al llegar a su hogar junto a su hermano, decidió no contarle a este sobre lo sucedido por el momento.

Sasori no había tomado muy bien todo lo que su hermana menor le había contado sobre lo sucedido durante el tiempo antes de irse a Alemania. Por esa misma razón decidió apartar el tema de Sasuke hasta que el pelirrojo estuviera más tranquilo, pues no quería ningún tipo de conflicto entre ambos.

Esto no significaba que ella quisiera algo con Sasuke, al contrario, más se trataba de que estaba feliz de poder interactuar y tal vez empezar a entablar una sana amistad tras olvidar los malos acontecimientos. Jamás olvidaría lo malo pero mucho menos olvidaría lo bueno que él hizo por ella.

-—Hoy cuando desperté no estabas, ¿visitaste a alguien? —cuestiono Sasori en medio de la cena, intentando indagar un poco más en la vida de su hermana menor. Él era muy perspicaz y Sakura lo sabía muy bien.

—Quería recorrer el lugar, tanto tiempo sin verlo me trae muchos recuerdos. Es un lugar muy tranquilo y muy lindo —explicaba con naturalidad, sin mentir pero si omitiendo cierta información por su propio bien— y... ¿quedó bueno? —preguntó intentando cambiar de tema.

El mayor hace una leve mueca de disgusto bastante notoria y luego una sonrisa de labios cerrados.

—Está algo salado hermanita —queja lo más amigable que puede, causándole una risita a la fémina.

En ese momento Sai no se encontraba con ellos pues había salido antes de que Sakura volviera, en ese momento Sasori estaba durmiendo por lo que solo dejó una nota informando que iría a visitar a un amigo y más tarde volvería.

—¿Sabes quién es al que fue a visitar Sai? —cuestiona el hermano mientras refriega un trocito de pan en los restos de la salsa en su plato— Será Ino, ¿o Chouji? —sugiere nombrando los únicos nombres de amigos que conoce del nombrado.

—No, no lo creo... pero no tengo idea, luego le podemos preguntar a ese bastardo por quién nos está cambiando —bromea mientras sigue cenando en paz.

La noche era completamente amena, sin saber ninguno de los dos que el pelinegro estaba con la persona menos esperada para ambos, en casa del mismo. Sai se encontraba en casa de Sasuke jugando videojuegos, tomando cerveza como usualmente hacían cada vez que estaban en busca de compañía o deprimidos.

—¿Y entonces eso fue todo? ¿tuviste la oportunidad de hablar con ella y no le dijiste más que "vaya, que bien la has pasado"?

—¿Y qué carajos se supone que debía decirle, "Oye Sakura, realmente tengo muchas ganas de que me des una oportunidad porque te amo en secreto y anhelo remediar todo lo que te hice"? Así de dramático... Nah, no es mi estilo y además no soy un jodido psicópata.

—Entonces admites que la amas, por lo menos eso es un avance.

Abruptamente el azabache se atragantó con su bebida al escuchar como su amigo apuntaba ese hecho que no había notado en su confesión. Segundos después cerró los ojos algo frustrado y dijo sin mirarlo:

—Jódete, no voy a confesarme como un niño de secundaria... y mucho menos recurrir a la presión o la vieja confiable de que somos almas gemelas y por eso debemos estar juntos.

—Yo no dije que debías hacer eso... recién ahora me estoy enterando de todas estas cosillas que rondan por tu mente eh Sasuke Uchiha. Eres todo un galán. Y un psicópata.

Un suspiro de exhasperacion escapa desde lo profundo de la garganta del azabache y seguidamente deja reposar el contenedor de su bebida en el suelo, para mirar al contrario con seriedad.

—Incluso aunque yo quisiera dar un paso, no me siento con ese derecho Sai. Imagínate además todo lo que debe pensar Sasori luego de que ustedes le contaron, no querrá que su hermanita se acerque al idiota que la discriminó sin razón

—Oye... Sasori no es problema. Es su hermano, sí. Pero no puede interferir en lo que Sakura quiere o cree que le hará felíz. Además... tu relájate que con el tiempo y cuando esté más tranquilo se lo puede convencer.

—Estás muy determinado en hacer que por alguna razón estemos juntos, eh. ¿Qué te traes detrás?

—Yo no conocí a mi alma gemela. Y te lo voy a confesar... por un tiempo hace muchos muchos años creí que esa sería Sakura por lo bien que nos llevamos. Luego entendí que realmente encajabamos a la perfección como amigos y así era mejor. Pero cuando ella descubrió su alma gemela creí que todo estaría mejor para ella, pero, luego dijo tu nombre y ya se cayeron mis esperanzas, porque fuiste malo con ella y lo seguiste siendo. Quizás solo es el hecho de que me gustaría, que mi mejor amiga, tenga lo que merezca: un alma gemela que esté interesada en ella y haga lo posible por hacerla feliz como corresponde.

Ante aquellas palabras el azabache solo se quedó pensativo mirando la lata que había dejado en el suelo, su cabello caía de manera desordenada sobre su frente y hasta sus ojos, impidiéndole ver del todo por lo que tuvo que remover estos. Segundos después le devolvió la vista al contrario.

—Está bien, pero no sé cómo empezar.

—Ah, no te preocupes. De provocar encuentros casuales o justificados me encargo yo. Tú solo trata de no ser un idiota ¿quedamos así?

Con el ceño fruncido y una leve mueca de disgusto por no están tan convencido, el azabache aceptó tomando la mano que Sai había extendido en señal de estar cerrando un trato.

Él haría todo lo posible por estar en el foco de su mirada, por poder estar cerca... incluso aunque aquello significara, que primero lo más importante sería el tener que estar sufriendo por ella..

Perdido por ella - Sasusaku | AUSoulmate | [Libro 2: En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora