𝑴𝒂𝒅𝒅𝒐𝒙
Cuando llegamos al edificio del centro nos dirigimos a las oficinas de la última planta.
Es un lugar amplio y consta de siete pisos. En la planta baja nos reciben guardias de seguridad que trabajan para mi padre desde antes que yo naciera, son policías retirados y protegidos por los Salvatore desde siempre. El lobby es amplio, espacioso, con sofás individuales y de cuero negro, una mesa de entrada donde trabaja una recepcionista que supera en edad a Levi y que trabaja para la familia desde siempre. Toda la empresa funciona como una forma de engañar a la sociedad en general y cubrir la organización, pero todos los que trabajan tienen relación con mi padre y están al tanto de todo, al menos las personas más importantes, la mayoría incluso ha conocido a mi abuelo y son los primeros nombres que aprendí antes de conocer a Matthews.
En el último piso se encuentra el despacho de mi padre, al que solo han entrado personas de su confianza, y algunas oficinas. Entre ellas la sala de operación de Will, equipada con todo lo que necesita.
En cuanto Levi dijo que había noticias nos pusimos en marcha. No había tiempo para otra cosa, ni siquiera para quitarme esta ropa, lo único que importaba era ver qué era lo que había encontrado Will y cómo eso nos ayudaría.
Lo que él había encontrado de hecho era la clave de todo.
—Te escuchamos.
Fue mi padre quien habló con voz neutral pero yo pude distinguir un deje de expectación y nerviosismo en ella, Levi era bueno con su máscara pero yo lo conocía mejor que nadie.
En la sala junto a mi padre se encontraban Matthews, Jace y por supuesto Will, quien tenía por delante cinco pantallas demasiado grandes como para hacer daño mi vista. Debí entrecerrar los ojos para evitar que el brillo me cegara pero no pude apartarlos, temiendo perderme el descubrimiento. Pese a que en la pantalla no había más que códigos en números y letras que ni siquiera podía comprender.
Todos a excepción de Will estábamos parados, erguidos en nuestros lugares, de brazos cruzados y expectantes. Recorrí toda la sala con mis ojos y noté que efectivamente estaba equipada: había todo tipo de aparatos tecnológicos que tardaría años en entender cómo usarlos. Muchas cosas que hacen luces de colores y ruidos de motores encendidos, pero más grandes que los ordenadores de escritorio tradicionales.
Por el rabillo del ojo capté como Matthews se dejaba caer contra una mesa, apoyando ligeramente la cadera.
Otra vez, todo había terminado de mala manera. Podía sentir como su antiguo enojo regresaba y no tenía idea que hacer o decir esta vez para solucionarlo, aunque a decir verdad, sentía que no había algo que debía solucionar.
Si a él le molestaba que saliera con su hermano era su problema.
Aunque eso no quitaba el hecho de que me moleste que lo haga a un lado, este es su trabajo tanto como el de cualquiera. Ha estado en esta organización más tiempo que Jace y está a mi lado, presenciando una reunión que es totalmente confidencial.
—Gracias a la brillante idea de Maddox hemos conseguido algo —todos escuchamos atentos mientras Will habla y presiona teclas de forma rápida—. Al parecer, hace dos noches hubo movimiento en el lado oeste de la ciudad...
—Las calles de South —escucho a mi padre susurrar en voz lo suficientemente alta para que todos sepamos lo que dice.
Will asiente pero no aparta los ojos de su ordenador.
—Así es.
—¿Un cargamento? —pregunto yo.
Niega.
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Traición y Sangre ✔ [+18]
Romance𝑷𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒏𝒆𝒈𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒍 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒓, 𝒐 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍. -------------------------------------------------------------------------------- En la mafia 𝘋𝘳𝘢𝘨𝘩𝘪 hay muchas reglas, pero para la hija del Don, todo s...