8: Los vigilantes

56 4 4
                                    

Era el último día de entrenamiento. Por la tarde tendríamos la sesión individual con los vigilantes, y al día siguiente, la entrevista con Cesar Flickerman.

Rupert y yo habíamos aprendido bastantes cosas los últimos días, como hacer fuego, preparar trampas y camuflarnos con pinturas. No habíamos tocado las armas. Los profesionales se habían adueñado de ellas, y aquellos que se habían atrevido a unirse a ellos no habían durado demasiado tiempo. Intimidiaban demasiado.

Aun así, su alianza no era perfecta. Había percatado que la chica del Distrito 1, Claudette, había tenido bastantes discusiones con la chica del Distrito 4, Aqua. Estaba segura de que Claudette había envidiado a Aqua desde el primer día, pero en vez de ignorar los celos de su compañera, Aqua siempre le seguía la discusión. El hermano de Aqua, Trent, intentaba calmar las aguas cuando eso sucedía, mientras la pareja del Distrito 2 esperaban a que terminaran de pelearse.

-Parece que los profesionales van a tener problemas de supervivencia en la arena -susurró Rupert con una sonrisa.

-Seguramente se acaben matándose entre ellas -dije. Al principio me reí, pero luego me di cuenta de que no era una broma, que lo más probable era que esas dos chicas acabaran matandose la una a la otra. La sonrisa se me borro de la cara.

-¿Quién crees que ganaría? -preguntó Rupert. Él también había dejado de sonreír.

-La chica del Distrito 1 tiene patrocinadores asegurados, y está bien entrenada. Pero la Aqua también conseguirá patrocinadores fácilmente, y es más alta.

-Si. Yo también creo que la victoria este año será para el Distrito 4.

-No digas eso. -dije, dándole un pequeño empujón en el hombro- Este año la victoria será para el 9, ya lo verás.

Rupert bajó la cabeza.

-¿A quién de los dos te estás refiriendo?

No contesté. Supe que él tampoco buscaba una respuesta, pero yo tenía muy claro que iba a ser el. Rupert tenía que volver a casa y nadie más.

Por la tarde, todos los tributos esperámos en silencio en una sala mientras nos llamaban uno a uno. El chico del Distrito 1 fue el primero en ir. No podíamos ver lo que pasaba, pero sabía que conseguiría una nota alta. Después fue su compañera, seguida por el chico del Distrito 2. Me quedé observando los otros tributos. La chica del 2 no me daba muy buena espina. Parecía no poder esperar para ir a la arena y matarnos a todos.

Vi a Bonnie, que estaba sentada con el pequeño Voltt. Voltt miraba el techo, mientras Bonnie nos miraba a Rupert y a mí. Le sonreí, y ella me devolvió la sonrisa. Mal hecho. Éramos aliados de esa chica, pero no podíamos hacernos sus amigos. De todos los tributos que estábamos ahí, solo uno volvería a casa.

Los tributos fueron pasando. Mientras la chica del 8 hacía su prueba, sólo quedábamos cuatro distritos para terminar. Me fijé en la niña del 10. No me había fijado demasiado en ella, pero en ese momento vi que Rupert tenía razón sobre ella. No paraba de morderse la manga de la camisa y susurrar cosas.

-Rupert Trich -dijo una voz.

Rupert se levantó, indeciso. Camino hacia la puerta y me miró. Yo asentí con la cabeza, y Rupert sonrió. La puerta se abrió y Rupert desaparecio detrás de ella. Fue en ese momento cuando quise derrumbarme en el suelo

Esa cara que había puesto, esa inseguridad, fue la misma cara que vi el día en que nos conocimos.

Aquel día caluroso en el Distrito 9... Mi abuela me había llevado a trabajar a los campos por primera vez cuando tenía cinco años. Los más pequeños no solían hacer demasiado, pero era cuando nos empezaban a enseñar cómo se hacían las cosas. Mi abuela trabajaba mientras yo observaba sus movimientos delicados pero efectivos.

Búscame en los campos --- 72 Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora