Actualmente me encuentro en mi habitación. Ya única diferencia es que no estoy solo, y es que ahora mismo una pequeña diabla me esta obligando a que le cocine.
Ichika: ¿Como vas senpai~?
Dijo ella con su característico tono "seductor" Que casi siempre usa.
Ayanokōji: Yo diría que bien.
Respondí rápido para ver si esa respuesta pudiera satisfacerla pero no lo hizo y en cambio empezó a preguntarme otras cosas.
Ichika: ¿Tienes novia senpai~?
Ayanokōji: No.
Ichika: ¿Estas enamorado de alguien en especial senpai~?
Ayanokōji: No.
Ichika: ¿Estas interesado en tener una pareja senpai~?
Ayanokōji: Tal vez.
Ichika: ¿Quisieras que yo fuera tu pareja senpai~?
Ayanokōji: No lo se.
Ichika: mmm.
Se quedo pensando un poco, bueno, al menos ya no me pregunta.
Ichika;: ¡Ya se!
Ayanokōji en su mente:
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Ichika: Senpai~
Ayanokōji: ¿Si?
Ichika: ¿La tienes grande~?
Ayanokōji: Si- eh espera, ¿a que viene esa pregunta tan atrevida?
Ichika: Jijiji, no dijiste que no, Senpai~
Ayanokōji en su mente: Ahhh esta chica es estresante.
Ayanokōji: Eres un diablo, ¿sabes?
Ichika: Jiji, si yo soy un diablo, entonces tu eres satanás, senpai~
Ayanokōji: ¿Puedes ir a esperar en la sala?
Ichika: mmmm, déjame pensarlo...
No >:)
Ayanokōji: ¿Sabes que? Has lo que quieras.
Ichika: Entonces, ¿puedo probar tu T-rex?
Murmuró algo, no la logre escuchar.
Ayanokōji: ¿Que dijiste?
Ichika: No, nada, senpai.
Es un poco sospechoso.
Seguí con mi trabajo de cocinar para ella, mientras lo hacía sentí como tocaba mi cabello.
Ayanokōji: ¿Que estas haciendo?
Ichika: Me dijiste que haga lo que quiera, senpai~
