VI: Debemos parar

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Me besas y por primera vez apartó mi rostro, sí eso te sorprende no lo dejas ver y sigues recorriendo mi cuerpo, me pasan miles de preguntas por la mente mientras seguimos con este juego, me cuestiono tus motivos para estar aquí, qué te impulsa a seguir viniendo y cuándo te cansarás de este absurdo juego, siempre supe que eras complicado de entender, que éramos polos opuestos y qué mi modo de mirar al mundo nunca entendería el tuyo, ilusamente tuve la esperanza de algún día poder comprender, pero en este instante solo quiero entender que hago yo aquí.

Ya no cuestiono lo que tú haces sino lo qué yo permito, la línea entre lo correcto y lo incorrecto se muestra borrosa y no sé si avanzo o retrocedo, lo que pasa por tu mente es desconocido y me pregunto si te estás agotando de este juego, si por fin podras sentirte libre o si te condenas a más dolor.

No sé que pasa por mi mente ni qué hace que de un momento al otro piense que esto ya no puede seguir, ya no por ti, sino por mí, estoy cansado, tú me has cansado y quiero irme.

El problema es que todavía no sé cómo hacerlo.

Nos envolvemos en un mar de placer, uno al cual me volví adicto, tú me cambiaste por completo, desconozco quién soy al mirarme al espejo, pero al mirarte a ti sé que cambiaste más que ambos, tal vez tu dolor o rencor te enviaron al camino que ahora recorres.

No me importa, ya no tanto como en el pasado. No eres tú quien se levanta primero y sale de la habitación, soy yo quien finalmente decido que quiero hacer. Tomo mi camisa y abrochado los botones salgo de la habitación, es más temprano y sé que todavía tienes sueño, tomo los pantalones que deje tirados y me pongo los zapatos antes de tomar las llaves y salir de mi departamento. Conozco que algunas vecinas siempre se levantan temprano, pero tampoco tanto como para poder ver lo que hago ni poder criticarme a tan temprana hora.

Camino por los pasillo hasta que finalmente salgo del edificio, me pregunto qué pasará por tu mente, pero pronto me doy cuenta que no me importa, no me importa tu opinión, lo que creas de mí o tus simples palabras.

Por primera vez siento que estoy a la par, que no estás dos pasos delante de mí y que finalmente logró tomar las cartas en mi mano y puedo decidir cual tirar. Sé que hería a las personas mientras estaba a tu lado, todavía lo hago, pero la sensación de alejarme de ti se vuelve más intensa, finalmente vuelvo a convertirme en un individuo.

No siento la necesidad de esperar que despiertes en mi cama, tampoco que finalmente tomes una decisión y permitas o detengas la situación en la que estamos, ahora sé que yo también puedo, que no te daré el poder sobre todo.

Tengo una mezcla entre arrepentimiento y una profunda culpa. Tal vez, no lo entiendas tú, pero lastimar a otros nunca fue algo que deseará, sin embargo, eso fue lo que hice, siendo o no consciente lastime a otros. Tú también has lastimado a personas que dices amar, no creó que eso sea amor.

Camino hasta llegar a un mini super, tomo algunas cosas que ocuparía más tarde y cuando siento que ya es algo tarde decido volver con la única esperanza de no verte en mi departamento. Y como si supieras lo que quería no hay rastro de tu presencia en ningún rincón de la habitación. No encuentro nada que indique que estuviste aquí y es porque así es. Entras y sales, te vas y vuelves, pero nunca te quedas.

La cama está tendida y todo en su lugar arreglado, ¿me odias? ¿Te odio? ¿Por qué continuamos?

Hago mi rutina diaria y luego salgo en dirección a la escuela, no te veo en ningún momento y creó que me evitas. No es algo que me preocupé, desde que nos conocimos tuviste esa extraña sensación de tenerme a tu alrededor, con el tiempo me acostumbre a verte y oír tus burlas, te veías alegre y divertido por lo que nunca hice nada para cambiar eso.

Torre de Italia [Haikyuu!!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora