𝕊𝕠𝕣𝕡𝕣𝕖𝕤𝕒𝕤

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No hubo más espera, salió de esa habitación lo más rápido que pudo, por supuesto, pasando al lado de los oficiales de la manera más calmada, pero una vez giro en el pasillo fue al cuarto ese de limpieza por su ropa, esperando que nadie hubiera encontrado el cuerpo de esa enfermera.

Una vez se cambió tomó las escaleras de emergencia, y descendió hasta el estacionamiento nuevamente. Sus pasos mientras caminaba eran dudosos, sus manos comenzaron a sudar sin poder tener control sobre ello, la paranoia apareció, mirando en todas direcciones buscando quien pudiese haberla visto.

Sus tacones resonaban con fuerza mientras más rápido intentaba caminar, ese sonido que causaba eco solo la ponía más tensa a cada segundo. Por increíble que parezca, no entiende por qué de la nada a comenzado a sentirse de esa forma.

Matar para ella no era nuevo, había quedado claro.

Entonces ¿Por qué se sentía de esa manera?

No era culpa, no era arrepentimiento.

¿Qué carajo era?

Al ir avanzando vio su auto s unos pasos más llegó hasta el, cuando se dispuso a abrir la puerta escuchó el claro sonido del seguro de un arma ser retirado. Detuvo sus acciones, tardando muy poco en sentir el cañón del arma en su espalda.

—¿Quién eres? —Dijo tosca— ¿Qué quieres? —

—¿Tan pronto se ha olvidado de mi "jefa"?

—Ikaris —El nombrado sonrió—

—Le dije que no se iba a deshacer tan fácil de mi, usted me debe muchas cosas.

Valentina bufó molesta, de nuevo la incompetencia de Stark y los descuidos de Steve le estaban arruinando sus planes. Ikaris, el otro guardaespaldas había sido la pieza clave de todo, ese tipo había sido la rata dentro de los planes de su hermana y los Zemo.

"A veces hacemos hasta lo incorrecto por la persona correcta"

Eso había sido lo que ese hombre le había dicho cuando él acudió desesperado a ella buscando ayudar de alguna forma a esa tal Sersi. Por supuesto, Valentina no desperdició tal oportunidad de vulnerabilidad.

Hasta el día del nombramiento se suponía ya no sería útil en ningún sentido, Tony debió deshacerse de él, tal parece que de nuevo el idiota falló.

—Debí haberme encargado de ti personalmente.

—Correcto, pero ya no hay nada que hacer —Sintió como empujaba aún más el arma, empujándola— Ahora, camine —

Empezaron a caminar de vuelta al centro del estacionamiento.

—¿Por qué deshacerse de mi, sabiendo lo útil que pude serle?

—Simplemente ya no te requería, además ¿Qué clase de lealtad puede darme alguien que también se deja utilizar por el calor de otra persona.

Escuchó un risa por lo bajo.

—Así que Stark ya la abandonó por Rogers —Ahora quién río en alto fue Valentina—

—¿Tan predecible era?

—Yo fui quién se lo advirtió.

Caminaron un poco más hasta que la hizo detenerse justo en el centro del estacionamiento.

—¿De verdad harás esto aquí? ¿Tan expuesto?

—Usted no tuvo el más mínimo problema en venir hasta aquí y hacer lo que hizo a su propia hermana, ¿Por qué yo tendría qué hacerlo? Ambos estamos jodidos, Val —Esta vez subió el arma hasta su nuca haciendo presión— Irónico, las hermanas De la Fontaine muriendo la misma noche —

GUARDAESPALDAS - BARONWINTER/ WINTERBARONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora