Calma antes de la tormenta

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El primer día en el que James tiene que servir de basayo a los alumnos de Slytherin es una completa tortura.

No solo para James, sino para Evan, que tuvo que hechizar la boca del león para que dejara de parlotear "¿Qué misión tenemos hoy?" "Tienes novia, seguro. Ese anillo es muy bonito" "¿Y en las mazmorras puedes ver el interior del lago? ¿No les da calor, o es más bien frío?" "¿Cómo hacen que los elfos cocinen las delicias turcas? ¿Las hacen ustedes? ¿Ustedes decoran la sala?" "En la torre de Gryffindor hace mucho calor, oye, ¿Qué me vas a hacer? ¡Quita tu varita de mi ca-¡" No habían pasado ni siquiera veinte segundos.

-¡Detente, bastardo!- Evan se adelanta a un grupo de tercero de Slytherin  que aparentemente está acosando a un alumno de segundo. Hufflepuff.

Varita en mano y ceño fruncido. El trío de serpientes se encuentran levitando y siendo lanzados a una pared. Evan los reprende, señalando lo bajo que es para su estirpe acosar.

La escena bien pudo ser enternecedora para James, que lo observa en silencio a unos buenos metros de distancia; pero es más bien irritante, ya que lleva en sus hombros las mochilas de Rosier, Miller y la suya, sus brazos sostienen una pila de libros que Evan se ve dispuesto regresar a la biblioteca.

No es exactamente la reprimenda que él daría a sus compañeros de casa. Si los muchachos fueran Gryffindor, no solo se llevarían detención, sino que el sermón estaría enfocado en el valor del respeto mutuo y el compañerismo, no la sarta de frases llenas de clasismo que suelta Evan.

Empezando con "¿Cómo se sentirían sus ancestros viéndolos rebajarse a estas niñerías?" Hasta la más graciosa es petulante "No pongas esa cara de pocos amigos, señorita Zabini. Le aconsejo reconsiderar su elección de amistades si es a esto a lo que le llevan, faltaba más, ¡acosar!, como si tú presencia en la sala no impusiera respeto por si sola"

Evan regresa y chasquea los dedos, diciendo "muévete, Potter." La biblioteca está casi vacía y ambos se pasean por los estantes en silencio, dejan los libros en su lugar, Evan incluso analiza los libreros y acomoda algunos tomos en sus sitios, a veces saca otros y se los ofrece a James, que los sostiene mientras avanzan al enorme escritorio de la bibliotecaria.

-A tu nombre, Potter. Nos reunimos a las cinco en el jardín los lunes. Llévalos allá. Regulus disfruta del té dulce y trae para Barty un tintero. Jordan me pidió las notas de Historia, así que pon atención hoy en clase- Evan le quita el hechizo  silenciador antes de dejarlo solo y James solicita los libros que recolectaron a su nombre.

En historia de la magia, como siempre es una tortura intentar prestar atención, a su lado está Lily Evans que parece no tener el mismo problema.

A las cinco y cuarto atraviesa el jardín llevando consigo el té para Regulus y el tintero para Barty.

-Llegas tarde- Regulus examina a James y  aparta la mirada en cuanto este comienza a hablar.

-No es tan tarde. Tenía que comer y también tengo clases, por si se les olvida- James resopla y ofrece las notas a Jordan.

Jordan las toma y sonríe "gracias compañero" pero Regulus las arrebata.

-Que pésima letra tienes, Potter. ¿Es así como tomas notas? Que patético

- Vamos, Reggie. Es más de lo que haría yo- Jordan insiste en aceptarlas y James insiste en que este hombre es fastidioso.

-¿Algo más?- James toma la palabra, frustrado, cansado y con rastros de resaca.

El grupo de chicos se miran con complicidad, unos a otros asienten.

-Eso es todo por hoy, Potter. Mañana estarás con Jordan- Regulus da un trago al té- Ya te puedes retirar.

En el nido de las serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora