Varios años atrás.
El Reino de Shui era reconocido por su perfección y rectitud en su estudio y enseñanza en el camino de la cultivación. Todo el mundo que hubiera escuchado hablar del reino podía coincidir en tres palabras que lo describían: rectitud, sabiduría y extremistas. Si bien era de conocimiento común que el reino contaba con un sistema muy estricto de normas y leyes, eran los excepcionales discípulos que creaba los que hacían a los demás reinos enviar a sus herederos para que fueran reformados en jóvenes respetables. Tan solo se necesitaba echar un vistazo a su príncipe heredero para estar de acuerdo en que, si en algo destacaban, era en su virtud y ética.
Con tan solo atender las clases por unos años en la refinada Secta de Shui, cualquier joven, por más inservible o rebelde que fuera, terminaría convertido en un respetado cultivador de bien, que mantendría en alto el nombre de su secta.
Al observar tal historial prometedor, el rey de Feng no pensó dos veces antes de enviar a hermano menor, Buda, para que se volviera al camino del bien y la rectitud. Era por esto que Kojiro se encontraba en la entrada de la famosa secta, al ser enviado para vigilar al joven príncipe y evitar que comenzara una guerra entre reinos.
Sin embargo, con lo que no contaban era con que uno de los niños acogidos por la secta se negara a separarse de Kojiro, y mucho menos que lo acompañara hasta las puertas de la secta haciendo un drama digno de contar.
Después de varias palabras y mucha insistencia, Okita finalmente aceptó irse, tomando la mano de Kondo para no perderse.
Sobre este asunto, Qin Shi Huang, el príncipe heredero del Reino de Hou, se apresuró a comentar al respecto en una mañana tranquila un día después.
—Yo también quiero que me lloren porque no me quieren abandonar. Mi madre me tiró aquí sin remordimientos. ¡También quiero un mini cultivador que me admire!
Kojiro sonrió sin saber qué responder.
Había interactuado en el pasado con el príncipe heredero de Hou en varias ocasiones, pero en cada una de ellas había estado acompañando a Buda. Estar frente a frente con Qin era diferente, en especial cuando el joven príncipe le hablaba como iguales.
—No voy a preguntar qué es lo que quieres hacer —dijo Buda—. No robes a ningún niño.
Qin se llevó ambas manos al pecho, indignado.
—A mí si me interesa —apoyó Nikola.
Todavía no habían empezado las clases, pero Kojiro había encontrado una agradable compañía en Tesla desde que lo conoció el día anterior. El chico no pertenecía a ningún reino, sino que había sido criado en una reconocida secta ubicada en las montañas, pero aun así su alegría y amabilidad lo hacían destacar mucho más que incluso aquellos de sangre real.
Qin Shi Huang, como era de esperarse, no tardó en hacer amistad con él e incluirlo al grupo.
—No pienso secuestrar niños —se defendió Qin—. Estaba pensando en un hermanito, ¡¿no sería divertido?!
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𝐃𝐄𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐍𝐔𝐁𝐄𝐒 - Posekoji
FanfictionComo el gran maestro que fundó la Secta Demoníaca, Kojiro Sasaki recorrió el mundo a su manera con el fin de mejorar su técnica de la espada, odiado por millones por el caos que creó. Al final, vio su vida acabar en su último duelo después de que lo...