*Looking For You.

Capitulo 4.

-Looking For You.

-¿Como me veo? - Dije mirándola fijamente.

- Hermosa, ahora dime ¿Cómo te sientes?- Sonrió.

- Bien, supongo.- Dije rodando los ojos.

Ella se levantó y me tomó de la mano, técnicamente me arrastró hacia el gran espejo del otro lado, me puso delante de el y ella se situó detrás de mi.

-¿No ves que eres hermosa?- Dijo mientras acariciaba mi cabello y lo movía hacia atrás. –Eres irresistible.- Dijo mientras posaba sus manos en mi cintura, subió poco a poco y llegó a mis senos.

–Mmm.- murmuró y me alejé de ella rápidamente.

-¿¡Qué mierda te pasa!?- Dije alterada mientras me giraba bruscamente.

- Tranquila, no pasará nada...- Se acercó lentamente a mi y rozó sus labios con los míos, posó sus manos en mis hombros y me pegó mas a ella, sentí como mi piel se erizaba... De nuevo. Ella me estaba besando y yo estaba petrificada, genial; cerré mis ojos y seguí el juego, coloqué mis manos en su cabello, tal y como le gustaba.

Nos acercamos a la cama y la empujé hacia esta, me encimé en ella y continué besándola.

- ¿Me extrañaste?- Pregunté mientras la besaba.

- Oh, si...- Me mordió el labio.

- Cariño, tenemos trabajo.- Dije y paré.

- Cierto, pero... Quiero seguir con esto.- Me besó y me haló hacia ella.

Seguí el beso y después le quité la camisa, tengo que parar; tengo que hacerlo. Deslizó sus manos dentro de mis bragas y apretó mis glúteos.

-Para, por favor.- Dije seria, casi rogándole.

- Okay.- Dijo y me quité de donde estaba. Le pasé su camisa y se la puso; me levanté y me quité las prendas poco a poco, después la coloqué sobre la cama y caminé hasta el ropero para tomar mi ropa. Sentía los ojos de Dayanne a mis espaldas, pero no era incomodo... Me vestí de nuevo y salí.

-¿Ya nos vamos?- Dije mientras me arreglaba las mangas de la chaqueta.

- Claro, lleva lo que te pusiste; ¿Qué hora es?- La miré extrañada y tomé las cosas, vi mi reloj de muñeca y respondí.

- 6:45.- Ella abrió sus ojos como platos.

- ¡Corre perra!, ¡Corre!- Rió y salió corriendo hacia afuera, la seguí y cerró la puerta de su casa; nos metimos en el auto y aceleró.

- Tenemos que llegar ahora o nos van a quitar el puesto.- Dijo aterrada.

- Apresúrate y no digas nada.- Dije y rodé los ojos.

Estacionó el auto y bajamos rápidamente, entramos por la puerta trasera para que nuestro jefe no se diera cuenta, vimos a lo que creí que era el amigo de Dayanne, se trataba de Christopher, ella lo saludó con un beso en la mejilla y yo... Yo no, no me acostumbré a saludar así. Pasé por su lado y me tomó de el brazo, giré mi cabeza y me dio su mano.