Y así fue, los días y semanas pasaron y Kate y Yelena no se volvieron a encontrar. No es que se evitaran a propósito, pero naturalmente sus vidas no cruzaban sus caminos, no fue asi antes y no tenía por que serlo ahora.
Pero asumir que no les interesaba encontrarse, tal vez era un poco errado. No se buscaron, pero Kate estuvo pendiente de cada cabellera dorada que se cruzaba por el campus y, por su lado, Yelena le prestaba especial atención al gimnasio cuando tomaba su ruta diaria. Aun asi, ninguna tuvo suerte.
La última semana de clases previa al receso por las fiestas, los planetas se alinearon.
— ¿Dime de nuevo quién es él?
— ¿Bruno? Es mi mejor amigo. Nos conocemos desde pequeños. — explicó Kamala.
— Kam... Él no quiere ser tu amigo. — Kate negó riendo, la menor soltó un suspiro frustrado y acomodó torpemente su mochila sobre su hombro. — ¡Y lo sabes! — señaló aun riendo.
— No es que "lo sepa". — hizo las comillas con sus dedos. — No es la primera vez que lo escucho, pero no. Solo es mi amigo, es todo lo que es, fue y será.
— Bien, si eso es lo que dices...
— Lo digo.
— Esta bien. Te cr-
En cuanto ingresaron a la sala de informática, Kamala notó que había más gente de la que solía haber en ese horario, ya que al necesitar el uso de computadoras, el horario era un tanto riguroso para las clases de apoyo. Y mientras ella buscaba cuidadosamente un equipo vacío, Kate ni siquiera se tomó el trabajo de escanear la cantidad de personas en el lugar, solo le había llamado la atención una, pero esta no la había notado aún.
— Por aqui. — dijo Kamala finalmente, arrastrando a Kate hacia una de las computadoras del otro lado de la sala.
Una vez en su lugar, la pelinegra se dedicó a darle rápidas y sencillas indicaciones a su "alumna". Kam estaba en su primer año, era muy inteligente, solo que la tecnología no era precisamente lo suyo.
— ¿Esto debería de ser así? — preguntó señalando la pantalla luego de unos cuantos minutos. — Kate. — la llamó, pero esta estaba claramente más enfocada en algo más. — ¡Kate! — habló mas fuerte y sobresaltó a la mayor.
— ¡Si! ¿Qué? ¿Ah? — se volvió a ella y luego a la pantalla. — Si, esto... Esto esta mal.
— Lo se, pero no entiendo por qué.
— Dejame ver. — pidió, y le fue cedido el mouse.
Kamala aprovechó la distracción de Kate para buscar qué había sido objeto digno de tanta atención.
— No fue tu culpa, el programa estaba mal configurado. Prueba de nuevo. — dijo la arquera, pero esta vez fue Kamala la que la ignoró. — Hey.
— ¿Es la rubia o la morocha? — preguntó sonriendo, aun mirando al lado opuesto del salón.
— El castaño ese tierno que tienes de amigo, que claramente quiere de todo menos amistad.
— ¿Y tú que quieres con la... Morocha? — preguntó insegura, Kate rodó los ojos. — ¡Es la morocha! — dijo más fuerte, logrando que unos cuantos pares de ojos se posaran en ellas.
— ¡Kamala, por Dios! — intentó callarla y se volteó a ver si la habían escuchado.
El intercambio entre azul y verde fue un poco más largo de lo que se supone debe ser en una situación asi, antes de que Yelena rompiera el contacto visual obligando también a Kate a desviar la mirada.
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Agridulce || Katelena/Bishova
Fanfiction-Haters to Lovers- Kate Bishop destruyó un campanario, lo que la dejó fuera del equipo de arquería por seis meses. Ahora necesita utilizar ese tiempo en algo más para ganar los créditos necesarios a forma de castigo. Un taller de cocina parece ser l...