017. Sobre-cruel

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capitulo diesciete

L

AS COSAS NO podían haber salido peor. Filch los llevó al despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a esperar, sin decir una palabra. Hermione temblaba, Rose se vio en un tren de ida directa al orfanato . No podía imaginar cómo se iban a librar del problema aquella vez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían haber sido tan estúpidos para olvidar la capa? No había razón en el mundo para que la profesora McGonagall aceptara que habían estado vagando durante la noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba
prohibida, salvo para las clases. Si añadía a todo eso Norberto y la capa invisible, ya podían empezar a hacer las maletas. Pensaron que nada podía estar peor, estaban equivocados.

Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba a Neville y Zoe, está última gritaba «¡No es mi culpa, yo solo quería entrar a mi sala!»

—¡Harry! —estalló Neville en cuanto los vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que iba a atraparte, dijo que tenías un drag…

Harry le negó con la cabeza para que se callara ante la mirada de McGonagall

—¡Ni siquiera se de lo que esté niño está hablando, la contraseña de mi sala en un acertijo, y lo cambiaron, no la adiviné y solo buscaba a algun prefecto y llegó esté! —exclamo Zoe furiosa.

—No tendría que haber salido de su sala común, para empezar, y estaba algo muy lejos de su sala común —objeto McGonagall

—¡Pero..

—Pero nada, cierre la boca señorita Roudtre

Zoe se cruzó de brazos con el ceño tan fruncido que sus cejas se tocaban.

—Nunca lo habría creído de ninguno ustedes. El señor Filch dice que estaban en la torre de Astronomía. Es la una de la mañana. Quiero una explicación.

Ésa fue la primera vez que Hermione no pudo contestar a una pregunta de un profesor. Miraba fijamente sus zapatillas, tan rígida como una estatua.

—Creo que tengo idea de lo que sucedió —dijo la profesora McGonagall—. No hace falta ser un genio para descubrirlo. Te inventaste
una historia sobre un dragón para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he atrapado. Supongo que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la historia y también la creyera, ¿no?

Harry captó la mirada de Neville y trató de decirle, sin palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía asombrado y herido. Pobre mete-patas Neville, Rose sabía lo que debía de haberle costado buscarlos
en la oscuridad, para prevenirlos.

—Estoy disgustada —dijo la profesora McGonagall—. Cinco alumnos fuera de la cama en una noche. ¡Nunca he oído una cosa así! Tú, Hermione Granger, pensé que tenías más sentido común. Y tú, Harry Potter y Roseline. Creía que Gryffindor significaba más para ustedes. Los cuatro van sufrir castigos… Sí, tú también, Longbottom, nada te da derecho a dar vueltas por el colegio durante la noche, en especial en estos días: es muy peligroso y se les descontarán cincuenta puntos de Gryffindor. Usted señorita Roudtre, le dejaré el castigo al jefe de su casa que se encontrará igual de disgustada, mientras, se le serán sacados 20 puntos a Ravenclaw.

—¿Cincuenta? —resopló Harry. Iban a perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de quidditch.

—Cincuenta puntos cada uno —dijo la profesora McGonagall, resoplando a través de su nariz puntiaguda.

—¡Minnie, por favor!

—Profesora McGonagall, Hindley —corrigio Minerva severa, la pelirroja agachó la cabeza mirando sus pies.

𝗥𝗢𝐒𝐄 𝗜𝐍 𝗛𝗢𝗚𝐖𝗔𝗥𝗧𝐒, Harry Potter [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora