Prologo

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Verla era como sentir la caricia de un ángel,  podria romperte con tan solo una mirada y arreglarte con un suspiro; pero eso a nadie le importaba porque su presencia era de todo menos simple, su apariencia controvercial ya que nunca se podía estar de acuerdo, ¿belleza angelical o demoniaca? Acompañada de su aroma sumamente embriagante, tanto que hasta la morfina parecería una golosina si se le pusiese a la par.
Estar cerca de ella era un pase directo a la ciudad de las mentiras, el lugar favorito de cualquiera que la mirara. Eso hasta que su vida cambio...
Todos sabemos lo fácil que es perderlo todo de la noche a la mañana, dejando detrás solo el rastro de lo que algún día fuimos.
Ahora se encontraba sola en las fiestas, asechando un rincón, lista para atacar e inyectar su veneno en quien se atreviera a confiar en ella, pero nadie lo hacia pues en su mirada eran claras las intenciones, interés; solo querían aprovecharse.
No molestas a la bestia si no tienes la artillería para contraatacar, porque a ella no le importaba la cantidad de sangre que manchara sus manos, si tenía dos cosas en la vida incapaces de llenar estas eran su corazón, y la fosa de sus muertos.
Volvía a casa con las manos limpias y eso era duro de asimilar, pues lo que ella conoció como el calor hogareño no fue un abrazo, si no la tibia sangre resvalando por sus nudillos.
Cada noche que pasaba era más difícil que la anterior, un departamento frío y el miedo de que al cerrar los ojos vinieran y la exhiliaran de nuevo de su hogar en un bucle sin fin de pesadillas.
Claro que había asesinado desde su llegada a Idaho Falls, pero a ninguno que realmente fuera importante, lo más sercano a tener un lazo con su víctima fue una pequeña sonrisa del vagabundo que asesino después de darle una moneda hacia apenas 2 semanas.
Pero ya tenía hambre y ayunar por dos semanas la estaba debilitando demaciado, la comida mundana podía darle algo de energía, más no la suficiente para subsistir cómodamente.
Si actuar como la escoria que solía ser no estaba funcionando para que la idolatraran tenía que seguir los pasos de su hermano menor y ser amable, rebajarse a la altura de su alimento.
A la mañana siguiente tomó sus papeles personales y se inscribió en el departamento de artes de la universidad de Idaho bajo el nombre de Beca Vlad, no quería que sus orígenes quedaran tan ocultos bajo su nuevo seudónimo.
_Rebeca Vladimoff.

Todos sabemos la historia de Lilith y el nacimiento de los vampiros como los conocemos, más estos no fueron los únicos engendrados, de los vampiros originales surgió otra raza, castigada por Dios y Lucifer gracias a Áragon; el primer Vampir.
Áragon desesperado por procrear y no dejarse vencer por sus hermanos buscaba una mujer digna y con la misma oscuridad en el alma que él guardaba, pasaron siglos pero esa mujer no aparecía, hasta que se dio cuenta que siempre estuvo frente a él.
No existía mujer más maligna que su madre; Lilith, ni acto más infame que el incesto.
Era la combinación perfecta para dar a luz a las creaturas más repugnantes que pudiesen existir, serían temidos tan solo con sentir su presencia y una sola mirada de sus sangrientos ojos petrificaría a cualquier ángel o mortal que osara verlos a los ojos.
Lo que él ignoraba era que pasaría cuando los reyes del cielo y el infierno se enteraran de sus actos. Inevitablemente ese día llegó, y fue justo antes de que Lilith diera a luz.
Entonces aparecieron, él bondadoso y el temido, trabajando juntos para crear el castigo perfecto para Áragón, entonces la maldición fue lanzada. 
"No importa el día, año, siglo o milenio en el que un Vampir vuelva a nacer, todos correrán con el mismo destino, al contrario de los deseos de Áragon los Vampir serán hermosos, más hermosos que los Vampiros tradicionales, serán amados y amarán con la fuerza de mil soles, pero no desearan alimentarse de cualquier persona y es aquí donde radica su castigo, pues mientras más quieran a un humano, más necesitarán asesinarlo para vivir"
Y así fue, condenados a la infelicidad y el dolor, teniendo que sufrir para poder alimentarse, poco a poco la raza fue desapareciendo, pero no por completo.
Un grupo privilegiado logro evolucionar, aprendió a amar y a olvidar en un abrir y cerrar de ojos para así evitar el constante martirio de su supervivencia, era adaptarse o morir, y todos sabemos que el morir no es una palabra que suela estar en el vocabulario de los vampiros, mucho menos en el de los Vampirs.
Y aquí fue donde la familia más famosa de Vampirs surgió, siendo unos maestros en el arte de controlar sus sentimientos hacia los humanos como si se tratase de abrir y cerrar el grifo de agua.
Admirados y temidos al mismo tiempo, la familia Vladimoff se ganó un lugar que no estaban dispuestos a perder, ni siquiera por la más hermosa de sus hijas, Rebeca.

She'sWhere stories live. Discover now