Prólogo.

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Mi madre me había enseñado a no tener miedo, sin embargo, en la audiencia por mi custodia no podía mirarlo a la cara.

Tenía un vago recuerdo de Lake. Unos columpios vacíos meciéndose mientras esperaba que él llegara por mí a la escuela, no llegaba, nunca llegaba. Caminaba demasiado y siempre lo esperaba en la acera. Recuerdo también que salía de la escuela a las dos de la tarde, también que él llegaba a las ocho a casa, no sé muy bien si se le podía llamar así. Solía llover mucho en Lake, pero a él no le importaba. Cigarrillos, muchos cigarrillos y olor a alcohol. Ese es el único recuerdo que tengo de mi infancia. Así que siempre la cuento desde que empecé a vivir con mi mamá.

The Last Nightmare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora