Una Mujer maravillosamente diferente.

Wonder Woman.

[Diana Prince]

Steve Trevor...

Ese era el nombre del hombre que me sacó de mi hogar.
No es que me obligará ni nada parecido, no, yo decidí seguirlo por voluntad propia.

El mundo del hombre tenía problemas con una guerra que estaba arrasando con todo, para mí, eso sonaba perfectamente como Ares, dios de la guerra.

Queria ir y combatir con él, era mi deber.

Mi madre no quiso que yo me fuera al principio, y al final parecía arrepentida de haberme dejado ir.

Igual no importo, llegué a un mundo desconocido, todo era tan...distinto, principalmente por la tecnología y la presencia del género masculino.

Tenía mucha curiosidad, quería experimentar todo lo que me era desconocido, pero no podía.
Distraerme sería un gran error, así que mantuve mi emoción y solo me centre en acabar con Ares, ya después tendría tiempo de experimentar todo lo ajeno a mi, con Trevor acompañándome.

.
.
.

Se había acabado.

Después de varios días, por fin pude dar fin a la guerra con la ayuda del ejército.

Mis preocupaciones abandonaron mi ser cuando por fin pude dar un suspiro tranquilo.

Steve:- La guerra termino...supongo que debes volver a tu hogar.

Parecía triste por mi despedida.

Diana:- No, al menos todavía no...que te parece pasar el rato...juntos.

Una sonrisa se marco en nuestros rostros.

Dos meses después.

Todo, lo había probado todo...

O al menos eso creía...

No hace mucho, Steve y yo comenzamos una relación...
Era mi primera vez en esta situación, mi experiencia como guerrera no me servía de nada en este momento.

Steve:- Te amo Diana.

Fué lo que dijo mientras tenía su cara entre mis pechos.

Pronto sentí como algo entraba en mí.
No sabía cómo reaccionar, se supone que está era la unión definitiva de parejas de la que hablo Steve...era rara.

Me sentía rara.

Algo entraba y salía de mi en variedad de ocasiones, se sentía...bien, era cálido y parecía que me generaba una especie de excitación, no la mismo que siento cuando lucho con todo...no, era otra excitación diferente.

Parecía no tener control de mi cuerpo cuando mis piernas capturaron las caderas de Trevor obligándolo a acercarse más.

No era consciente de los gemidos que salían ruidosamente de mi boca, estaba más concentrada en sentir toda esta experiencia.

Steve:- D-Diana...ya no puedo más...

No sabía que significaba eso.

Pero parecía que se asociaba con el líquido que parecía que estaba hirviendo en mis entrañas.

Trevor parecía agotado y se dejó caer al lado de mi en la cama.

Yo no me sentía agotada, mi resistencia divina me imposibilitaba sentir el agotamiento que sufría mi pareja.

Además...todavía quería esa sensación tan cálida que abraza todo mi cuerpo.

Sin darle de oportunidad a Steve, me senté en sus caderas, observé momentáneamente el causante de mi excitación.