FEARLESS (Draco Malfoy)

Capítulo 11. La noche cambia

La luna ilumina su piel, ella se está enamorando, ni siquiera lo sabe todavía. Todo lo que ella quiere es no arrepentirse de nada. Sólo estamos perdiendo el tiempo y he estado pensando en un poco en eso. ¿A caso no te vuelve loca lo rápido que la noche cambia? Todo lo que habías soñado, desaparece si despiertas, pero no hay por qué preocuparse, incluso cuando la noche cambia. Nunca cambiaremos, tú y yo.

           

Draco

El Baile de Navidad había llegado, no tenía pareja, no había podido invitar a nadie más, por esa razón no iría, simplemente porque no quería que se burlaran de mí. Luke estaba en mi habitación arreglándose porque Blaise y Theodore estaban ocupando los baños de su habitación y él no podía esperarlos –vamos y te consigues a una chica guapa– me volvió a insistir mientras se colocaba la corbata en forma de moño y se disponía a peinarse.

–Ya te dije que no iré, me quedaré aquí– le dije sin dejar de leer. 

–Draco, no puedes ponerte en ese plan sólo porque una chica te rechazó– dijo terminando dejando el peine a un lado.

–No es solamente una chica, es Annia– levanté la vista y lo miré, él soltó una carcajada.

–¿Te estás escuchando? Estás perdido por esa chica y ella no te va a hacer caso–

–Eso me levanta el ánimo– dije con un sarcasmo notorio.

–Mira, a mi hermano también lo rechazó y bueno,  Logan es más el tipo de Annia, es del tipo inteligente, compasivo, altruista, es el chico bueno para acabar y tú, mi amigo, eres el chico malo, Annia no se fija en esos chicos–

–¿Cómo estás tan seguro?– le pregunté alzando una ceja.

–Porque se la ha pasado los veranos en mi casa y bueno, yo estoy ahí y no ha caído en mi red, además la escuché hablando con mi hermana sobre chicos–

–¿En serio? ¿Qué tipos de chicos le gustan a Annia?–

–Ya te dije, los buenos, los que no humillan a los demás– me miró por el espejo y se volteó –ya me voy, ¿seguro que no vienes?– negué y volví a mi libro.

–Diviértete y ojalá te caigas bailando– le dije tratando de formar una sonrisa, pero no lo logré.

–No prometo nada– dijo riendo y salió de mi habitación, seguí leyendo hasta que me harté y me dejé caer sobre mi cama, habían pasado sólo quince minutos desde que Luke se había ido y estaba demasiado desesperado. Resoplé y me levanté, entré al baño, tomé una ducha y me coloqué el traje de gala que mi madre me había enviado, peiné mi cabello hacia atrás y me peleé unos minutos con la corbata hasta que quedó bien. Caminé hasta la puerta, tomé el picaporte y escuché tres golpes en ésta, fruncí el ceño y apreté con más fuerza el picaporte, lo giré y abrí la puerta.

Annia

–No, no tengo Luke– dije en cuanto lo vi –pero no importa, no necesito una pareja–

–¿Se puede saber por qué no tienes pareja?– me preguntó.

–Porque no quiero una– dije rodando los ojos, últimamente era mi expresión favorita.

–Ah, sí, claro– dijo él con sarcasmo y de nuevo puse los ojos en blanco.

–¿Te contó cierto?– supuse, era obvio, Luke era el mejor amigo de Draco.

–¿Quién?– lo miré arqueando una de mis cejas, él soltó un suspiro –sí, algo me dijo de que lo rechazaste, tienes muy mal a Draco, en serio–