Otricidio Parte 2 Capítulo (S) 23

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Capítulo 23- Confesión de una reina. 

Cuando Eider (Artis) término de contar la historia de Milika con Frier, Azami sintió un poco de lástima por su reina, y volteo a ver a la academia; sin darse cuenta habían pasado unas horas y vio un grupo de caballeros de Sirenses llegar a las tierras y quedarse quietos justo en la entrada, Azami fue con Eider a su lado y confrontó a los invasores. 

— ¿Qué hacen aquí? 

Los caballeros al verla y al escucharla se rieron de ella y decidieron ignorar su pregunta, Azami estaba por abrir los ojos de la molestia pero un fuerte portazo interrumpió su acción, Azami volteó y pudo notar el dulce olor de su reina, y fue rápidamente con ella, y la abrazó con fuerza, Milika se sorprendió e hizo lo mismo; al alejarla de ella dijo a Frier y al rey enfermo. 

— Son 45 elementos ¿no? 

— Así es Milika, además me quedaré aquí contigo, no servirá de nada que te maten, así que para asegurar, estaré contigo. 

Azami estaba por hablar para tratar de defender a su reina pero Milika la callo poniendo su dedo en los labios de Azami, y ordenó a los Sirenses asentarse en la parte trasera de la academia. 

— Frier, no es necesario que seas un hipócrita, agradezco tenerte aquí, sé de lo bueno que eres, pero para protegerme, tengo a estos dos… 

Señaló a Azami y a Eider, los jóvenes al ser señalados sintieron una gran sorpresa y también orgullo, Frier al verlos sonrió un poco burlón y antes de que él pudiera hablar, Milika ganó la palabra. 

— Pero lo que sí quiero, es que te quedes con tus caballeros y los míos, trata de que las bajas no sean tantas ¿Si? 

Frier asintió con su cabeza y se fue con sus elementos a planear su defensa junto con los magos de la academia, Milika en cambio fue a sus aposentos y pidió a Azami y Eider qué la sugieran hasta sus aposentos. 

Cuando llegaron, Milika cerró la puerta y se sentó en su silla, tenía un semblante realmente serio, sus ojos que antes reflejaban tranquilidad ahora era ansiedad y desesperación, Azami quiso acercarse, pero se paralizó cuando escuchó a Milika. 

— ¿Morirían por mí? 

Preguntó Milika y la pregunta dejó a Azami muy dudosa, estaba desconcertada y sus pensamientos nuevamente la avasallaron con fuerza. 

— ¿Lo haría? ¿Por qué lo haría? ¿Sacrificaría mi vida por Milika?

El silencio hacía incómodo el ambiente y Eider al igual que Azami no sabía qué responder pero a diferencia de la hija maldita sus pensamientos eran distintos. 

— ¿Morir? ¿Por Milika? ¿Qué significa eso? ¿Trata de jugar con nosotros? No, está muy seria como para ser un juego… 

Azami seguía luchando contra su ambivalencia tratando de buscar una respuesta a su indescifrable confusión. 

— ¿Me ama? ¿Yo la amo? ¿Si ella me ama moriría por ella? ¿Si yo la amo, daría mi vida por ella? Milika… Mi Reina… 

Milika habló nuevamente, interrumpiendo los pensamientos de sus estudiantes, seguía sería pero su cuerpo se tensó cuando dejó qué las palabras fluyeran a través de su boca. 

— Ustedes serán mi guardia personal mientras se completa el ritual… Y pido, esta vez no como reina si no como Milika su confianza y comprensión, si llegan a sentir que morirán, no duden en huir… En especial tú… 

Se puso de pie lentamente, sus pasos eran ligeros y elegantes, cuando estuvo de frente a quien le dedicaría sus palabras antes de hacer los preparativos para el ritual, tomó por las mejillas suavemente y le miro a los ojos sonriendo de una manera que ni Azami ni Eider habían visto, ambos quedaron hipnotizados ante la belleza qué emanaba Milika al sonreír de esa manera, sus palabras salieron de forma sincera y suave… 

Otricidio Parte 2- El nombre de Yao Bikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora