𝒗𝒊𝒊. last christmas

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CAPÍTULO OCHOla navidad pasada

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CAPÍTULO OCHO
la navidad pasada













maratón 3/3

PARA LA MAYORÍA, NAVIDAD PODÍA significar muchas cosas: amor, paz, armonía, amistad, convivencia. Para los Sergeyve no.

Era más buen como una fiesta entre la organización, en dónde las personas jugaban y uno no podía beber vino en paz, porque no sabías si contenía veneno o no.

Aún así, entre toda esa matanza, se encontraban los dos hijos de Sascha Sergeyve, tan sonrientes y relucientes, listos para recibir muchos, muchos regalos.

En especial la hermosa Paulette, quien era la consentida de la mafia.

Alexandrovich y Paulette nunca tuvieron lo que se podría decir regalos de Santa, siempre recibían de tres a cinco regalos por cada líder de la mafia rusa.

El enorme árbol de navidad estaba en una de las esquinas del comedor, tocando el techo.

Paulette y Alexandrovich estaban del lado derecho de su padre, quien estaba a la cabecera de la mesa. Todos los demás invitados estaban esparcidos alrededor de toda la larga mesa, platicando entre ellos como si no quisieran matarse.

Ambos niños le agradecieron a Igor, quien había colocado sus platos de comida frente a ellos, directamente desde la cocina y custodiados por el mayordomo.

El niño rubio tenía desde su hombro hasta su brazo izquierdo vendado. No había pasado mucho desde que una tutora lo quiso matar en una sesión de clases.

Así que está Navidad celebraban el hecho de que él siguiera con vida. Uno de los hombres de esa mesa había sido quien lo había mandado a matar, y ahora estaba sonriendo y comiendo en la casa Sergeyve.

De cierta forma, Paulette sentía envidia. Todo mundo estaba procurando a Alexandrovich y prestándole menos atención a ella.

En medio de la comida, mientras los cubiertos sonaban, ambos niños combina igual que el resto. Paulette desviaba su mirada al hombro enyesado del rubio de vez en cuando, sonriendo con burla.

──¿Qué tanto me ves? ──pregunta él volteando a verla.

──Si toco tu hombro... ──la menor rodea su hombro con su mano, apretando──. ¿Te duele?

Caesar evitó hacer una mueca de dolor, quedando con su rostro inexpresivo ante su hermanastra. Volteó a ver a su padre, quien lo veía con atención esperando alguna reacción de su parte. Alexandrovich suspiro regresando su vista hacía su plato, metiendo un nuevo bocado a su boca.

──Para nada. ──responde él con una sonrisa burlona.

La sonrisa de Paulette se borró de su rostro, rodando los ojos para continuar comiendo.

Chess game            𝐟𝐭.           Caesar Alexandrovich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora