XV

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Teniendo una célula de energía, fueron hacia la Arboleda. Ahí presenciaron diferentes máquinas ir hacia adelante como un ejército, incluyendo que había maquinas semejantes a mamut ir con todo un arsenal en su lomo.

Dando indicación al Alasol de Aloy, tiro la célula que provocó una explosión que afectó de gran gravedad a las máquinas. Los animales metálicos cayeron al suelo, dejando a su suerte a la gente de Regalla.

Con esa ventaja los Tenakth lucharon en contra de sus enemigos. Mientras que la pareja aún volaban. Uno de los soldados de Regalla fue a avisarle a su jefa, mientras que ella estaba acordando a Hekarro para matarlo.

Regalla: Hasta aquí llegaste, Hekarro. Ponte de rodillas y te daré la muerte que no pudiste darme por cobarde.

Soldado rebelde: ¡Cayeron! Las máquinas....Todas ellas...¡cayeron!

Regalla: ¿Qué? ¿Cómo es posible?

Aloy/ Ian: ¡Regalla!- gritaron aún volando, mientras aterrizaron sus Alasol.

Aloy: Se acabó la matanza. Pongamos fin a esto, tú y nosotros.

Regalla: ¡Es fácil decirlo arriba de una máquina!

Desplegaron el vuelo de nuevo y ambos bajaron hasta estar frente a frente con Regalla.

Ian: Solo era para llamar tu atención. No la necesitamos para derrotarte.

Regalla: Bien. Acepto su desafío, pero cuando acabe con ustedes...

Los soldados junto a ella empezaron a caminar hacía atrás.

Regalla: Culminare la matanza.

Aloy: Eso ya lo veremos.

Hekarro: El duelo empezó. No interfieran- dijo a Ian que dejó pelear a su mujer contra Regalla.

El desafío empezó. La ventaja la tenía Regalla que dio los primeros golpes, incluso llegó a patearla más a abajo de dónde estaban empezando la pelea.

Ambas se disparaban mutuamente, Aloy acertando sus disparos en la armadura de Regalla. La ventaja estaba del lado de la pelirroja que dio varios disparos buenos en la armadura o incluso a ella, eso hasta que Regalla disparó una lanza explosiva que destruyó el suelo dónde estaba Aloy.

La mujer cayó junto con los escombros, parecía que ganó Regalla pero la pelirroja quitó los Escondete encima de ella para seguir.

Regalla: Esto se acaba aquí.

Aloy: Sí. Así es.

Ahora la lucha continua con sus lanzas, disparos de flechas o lanzas. Aloy lucho ágilmente, esquivando, golpeando con su lanza. La Nora peleó dignamente, quitando la máscara que cubría el rostro de Regalla, la lucha estaba a su favor de la pelirroja. Así hasta dar el último golpe que la Nora dio, había ganado.

Regalla: Una vez más, me hinco ante aduladores y cobardes. Adelante. ¡Remátame!

Kotallo: Cierra la boca, traidora- dijo junto a su jefe y Ian.

Dos soldados de Hekarro apuntaron su lanza a Regalla para que no hiciera nada.

Hekarro: Tú fuiste quien voto sobré las alas de los Diez, tú fuiste quien la desafío. Según nuestro rito, su destino depende de ti.

Aloy: Gracias, pero no lo hice yo sola- tomo al joven Antiguo de su mano.

Hekarro: Yo la perdoné, y solo hice que todo empeorará. Era la mejor de mis mariscales. Que gran perdida- decía refiriéndose a Regalla.

Hᴏʀɪᴢᴏɴ ɪɪ Fᴏʀʙɪᴅᴅᴇɴ WᴇsᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora