EL ÚNICO OMEGA.

EL REY DERROCADO 2.

Narra Mike:
Corro entre los árboles del inmenso bosque que rodea al pueblo, detrás de mí me siguen unas pisadas y risas burlescas de personas que irónicamente antes las consideraba mis amigos. El miedo, al igual que el cansancio, invaden todo mi cuerpo desde hace mucho que no me había sentido tan desprotegido ahí en el bosque, corriendo sin rumbo fijo, sin siquiera saber en donde me encuentro y donde me dirijo.

Maldije cundo, me tropeze con una raíz que sobresale del suelo, me levanté de inmediato, pero el dolor en mi tobillo me impidió correr nuevamente, me lo lastime al tropezar con esa raíz por lo que cojeando corrí como pude para buscar un lugar cercano en el cual esconderme.

Me escondo entre un árbol viejo que tiene una apertura en la parte baja de su tronco que con un arbusto es cubierta e imperceptible desde fuera, que si no me huviera tropezado de nuevo jamás lo hubiera encontrado. Al escuchar que mis perseguidores se pararon cerca a de donde yo estoy me tape la boca para evitar hacer algún ruido.

-¿Alguno lo ve?

-No.

-No se pudo haber desaparecido así nomas

-Ramsés no va a matar cuando sepa que lo perdimos.

-¡Mierda! ¡Vámonos!

Tras haber dicho eso escuché como sus pasos se alejaban, pero no soy tonto, por lo que no salí ni después de 20 minutos de que se hubieran ido, no me iba a arriesgar de que ellos siguieran, hay escondidos esperándome. Cuando camine de nuevo al pueblo lo hice con sumo cuidado de no encontrármelos por casualidad por ahí.

No me gusta este pueblo en lo absoluto y mucho menos sus ciudadanos, pero a mamá sí a ella le encanta, al igual que a mi padrastro Adams. ¿Qué pensaría si supiera lo que me hacen? No, ni siquiera sería capas de cruzársele por su cabeza y de alguno u otra forma temía decírselo y hacerla llorar o algo peor.

Cambiarme de escuela no es una opción, por lo menos en este pueblo donde solo hay una y cambiarme a una fuera tampoco es opción, ya que no tenemos mucho dinero y de por sí mi mamá está ahorrando para mandarme a una buena universidad, sin mencionar la tormenta que pasó hace poco y que daño la casa.

Al doblar en una esquina alguien me empuja fuertemente contra la pared.

-¿Creíste que te escaparías?

Mike -Yo no -digo con vos temblorosa.

-Por tu culpa se ensuciaron mis zapatos caros --me rodean un grupo de 5 personas.

No tardaron mucho en golpearme entre todos y tirarme al suelo donde comenzaron a darme patadas, yo solo me cubrí la cara tratando de evitar que me golpearan en ella para que no dejar algún moratón que preocuparía a mi madre en cuanto los viera. Me pegaron hasta que se cansaron de hacerlo y antes de irse me dijeron unas cuantas palabras hirientes para después marcharse riendo.

Llegue a mi casa todo golpeado, desalineado y lleno de lodo por haber corrido por el bosque, por suerte la casa estaba sola por lo que nadie me vio así de mal. Subí a darme un baño y para después curar todas las heridas.

En la escuela me encontré con mi nuevo amigo en la biblioteca, lugar que siempre está vacío, nadie entra hay ni por equivocación. Le conté lo que me pasó el día anterior y él me abrazó mientras lloraba, desahogándome de todos los sentimientos que había estado reprimiendo.

Mike -No entiendo por qué me siguen molestando.

Camilo -Todo es culpa de ese tal Ramsés.

Mike -Pero aun así... --me interrumpe.

Camilo -Solo quieren ganarse la atención del líder para que los follen y no sé por qué motivo le caes mal.

Mike -¿Qué tiene de bueno ser follado?