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—¿qué vamos hacer samy?— ni siquiera podia hablar porque las lagrimas venían.
rivers volteo a ver a regina, los ojos de la rubia eran oscuros y no parecían tener emoción, mientras que los verdes de regina estaban cristalizados y rogaban por una respuesta.
—no mames...— susurro rivers llevando sus manos a su cabeza. intentando pensar con claridad.
el sollozo de regina hizo que rápidamente rivers levantara su cabeza y se acercara a ella.
—mi gi, ven, lo solucionaremos— rivers tomo entre sus brazos a la pelirroja y la abrazó.
dejando que regina llorara en su hombro, la sentó en su regazo y acarició su espalda hasta que se calmó.
—¿quieres salir a aclarar las cosas, linda?— preguntó samy.
—¿tu quieres...?— susurró mirándome y sonreí.
—yo pregunté primero— me excuse intentando amenizar el ambiente.
—no me importa, ¿tu quieres?— preguntó y sonreí rodando los ojos.
—si mandona, no mentí cuando te dije que no quería cagarla contigo— ella me dio una sonrisa triste y me abrazo.
—te amo regina tanto como tu amas a taylor swift— la bese aun sintiendo sus lagrimas saladas.
—yo amo mucho a taylor swift— se rio aunque se convirtió en un sollozo.
—lo se, ana— bromeé y ella me dio un golpe en el hombro.
—a ti ya no tanto, pelos tiesos— me atrajo de nuevo a un dulce beso.
(...)
riversgg esta envivo!
putos chismosos de mierda
—hola chat— saludo rivers mientras acomodaba su celular donde se encontraba el stream.
se sentó en la cama pensando en las palabras adecuadas para comenzar a hablar.
regina estaba conectando el chat en su celular para que fuera mas fácil para ambas leerlos, así que ella aun no salía a cuadro.
les había tomado mínimo dos horas en pensar como actuar y lo que dirían, estaban muertas de miedo y molestas, su intimidad había sido invadida prácticamente.
finalmente regina se sentó alado de samantha que la recibió con una sonrisa dulce.
—bueno es obvio porque es este directo, bola de chismosos desquihacerados— regina sonrió, leyendo el chat.
sinceramente creyó que estarían muy intensos con ambas como las personas de twitter, que no paraban de insultarlas.
—Ayer en la madrugada, subieron una foto de esta morra y yo besándonos— regina la fulminó con la mirada.
