WHITEGIRL // Tn x Bonten

Capítulo 11

Mi cuerpo solo podía temblar, y me quedé quieta sin moverme.

- Ay niñita- dijo una voz ronca- no hace falta que te escondas, no te vamos a matar.

Mi cabeza se giró y vi a los tres chicos apoyados en una encimera mirándome. No sabía que hacer
Uno de los tres chicos, creo que era Rindou el hermano de Ran se acercó a mi.

Me agarró del brazo obligándome a salir del compartimento y me ayudó a levantarme.

- Ten - Me dijo con un tono suave y con sus ojos señalándome lo que tenía en la mano- agarra el pañuelo y sécate las lágrimas.

Mi mirada se quedó pillada en su rostro, estaba distinto a la de la otra vez. Ahora estaba más amable, mucho más. Ya no me miraba con asco, si no con amabilidad.

- Gra..Gracias- mi voz temblaba a más no poder y no me quedó de otra que agradecerle con la cabeza.

El chico pelirosa vio que no tenía fuerzas para caminar y agarró apoyándome en su su hombro y ayudándose con sus brazos para alzarme.

Me llevaron hacia un sofá que había y me ayudó a sentarme ahí, tapándome con una manta.

- Ahora tranquilízate- Su mirada era de consuelo y no sé por qué mi miedo se estaba comenzando a desvanecer- Ran te traerá ahora una tila y te sentirás mucho mejor, procura descansar ahora todo lo que puedas. Te queda un día algo largo con nosotros- me dedicó una sonrisa.

- Gracias- No apartaba mi mirada de mis pies ya que no quería mirarles a la cara, no después de la situación tan vergonzosa que acaba de pasar- Por cierto- tragué en seco.

- Dime princesa- su tono de voz se volvió muy dulce y a mi cuerpo le entró un ligero escalofrío- ¿Qué pasó?

- ¿Por que me tratáis así ahora?, con tanta amabilidad- lo miré a la cara y mis ojos comenzaron a cristalizarse.

- Al final de cuentas te vas a quedar con nosotros un buen tiempo y pues no queda de otra que tener buena relación entre nosotros- Apareció Ran con el té y se sentó a mi lado derecho.

- Eso es cierto- exclamó Ran - pero ahora no es tiempo de hablar de esto, aún estás bastante asustada y confundida. - Posicionó su mano sobre la mía, estaba algo fría.- Cuando tengamos más confianza entre nosotros podremos tener esta conversación con más tranquilidad.

Se acercó Rindou a nosotros y sin pensárselo dos veces se unió a la conversación.

- Nosotros nos iremos ahora por x temas, relájate y descansa todo lo que quieras. La casa es toda tuya- me dedicó otra sonrisista de amabilidad como la de antes- queda la casa a tu cargo, haz lo que quieras menos una fiesta.

- Volveremos a las 7pm- dijo Sanzu - cuando lleguemos, ¿Podrías bajar al gran comedor algo más arreglada? - se acomodó - Es hora de que conozcas mejor a los demás, a excepción de tu primo Koko.

- De acuerdo- me posicioné mejor para estar más cómoda - ¿Tiene que ser tan tan arreglada? O con unos pantalones vaqueros me llega.

- Como gustes y te sientas más cómoda- exclamó Rindou.

- Bueno Tn- dijo Ran- Nos vamos, cuida de la casa por nosotros y no abras a desconocidos.

Esas palabras me hicieron sentir como una niña de cinco años a la que dejan sola mientras sus padres se van a comprar.

- De acuerdo- una ligera sonrisa de agradecimiento salió de mi cara- cuidaré la casa, si me tengo que defender ya encontraré las sartenes yo sola- una pequeña risa salió de mi cara y ellos me acompañaron.

Los tres se despidieron con una amplia sonrisa y salieron por el gran portalón. Es mi momento, el momento de investigar.

Acabé mi té lo más rápido posible y me levanté del sofá en dirección a una puerta que había delante de mis narices.

La abrí y daba acceso a una gran comedor, justo como me habían mencionado hace unos minutos.

Caminé por el largo comedor, las sillas se veían de muy buen material. Casi como si fueran sillas de un castillo, el mantel bordado a mano y cuadros en las paredes. Al parecer con retratos de todos ellos.

Seguí caminando por el pasillo y me asomé a una ventana que había. Mi vista se quedó plasmada en cuanto vi una piscina, una piscina climatizada.
Mi niña interior me decía que me metiera ahí y mi yo de 27 años que me quedara quieta.

Pero como la vida es una mi decisión fue la primera. Subí otra vez esas grandes escaleras en dirección a lo que era mi habitación y busqué por los grandes armarios que tenía un mínimo bikini.

Lo encontré, me lo puse y pues me quedé perpleja. Era muy distinto al estilo de bikinis que me solía poner, este me dejaba muy al descubierto mis grandes pechos y la parte de abajo se semejaba mucho a un tanga.

También agarré una toalla de playa y me puse la misma ropa de antes. Aunque la piscina fuera climatizada estábamos en otoño y la temperatura no alabanza a los 22 grados.

Bajé de nuevo los escalones y salí por una puerta que daba al campo donde estaba colocada la piscina, abrí la puerta de ella que por suerte no estaba cerrada y me metí dentro.

Dejé las cosas en una especie de silla y me metí directa en el agua. A mi me encanta nadar, hace que me pierda en mi muerdo y me olvide de las preocupaciones.

No sé cuánto tiempo estuve aquí pero si el suficiente para hacer limpieza en mi mente. Salí de la piscina y sentí como alguien me miraba, me restregué las manos para sacar el agua sobrante y me quedé perpleja al mirar hacia al frente.

Siete chicos mirándome directamente.
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Agradecería mucho si votarais el capítulo para que llegue a más personas, gracias por el apoyo <3