﹆‧⸼١🌻▬▬ ALASKA MILLER, siempre ella misma se ha considerado como "pegamento", aquella persona que hace que su familia siga unida, incluso cuando todo el mundo piense que los Miller se separaron luego de la muerte de Vienna, la madre de Alaska.
Todo...
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❛ 𝖶𝗁𝖺𝗍'𝗌 𝖺 𝖱𝖺𝗇𝖽𝖺𝗅𝗅? ❜
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Alaska estaba segura de que podía quedarse así por mil años. En ese instante, el mundo podría desmoronarse a su alrededor y no le importaría. El césped bajo sus pies podría secarse, los ríos evaporarse y las estrellas apagarse una por una. Ella solo quería estar en los brazos de su hermano. Sentía que el tiempo podía detenerse ahí, congelado en un bucle eterno. Quizá un día, cuando tuviera veinte años, cuando la vida le pesara o las arrugas asomaran en su rostro, podría soltarlo, pero no ahora. Ahora sonreía como si el sol hubiera encontrado un nuevo hogar en su rostro; su alegría era suficiente para iluminar toda una ciudad dormida.
Habían dejado a Shane atrás y habían conducido hasta que el auto finalmente se rindió. El combustible se agotó a medio camino, pero el destino no estaba lejos. La granja estaba lo suficientemente cerca como para caminar. O más bien, para que Leo caminara. Alaska, por supuesto, no se movería de sus brazos. Su delgado cuerpo descansaba contra el de él, como si temiera que un paso en falso los separara de nuevo.
Leo no podía negarse. No después de lo que su hermana había pasado, después de todo lo que ella había sufrido durante "su muerte". Aunque su tobillo aún le dolía y cada paso le recordaba su fragilidad, el pensamiento de soltarla ni siquiera cruzaba su mente. Era un peso que llevó con amor, como si cargarla pudiera aliviar un poco el tormento que ella había soportado.
─ Alaska. ─la llamó Leo con voz suave, su tono tan delicado como una caricia. Estaban cerca de la granja, y él necesitaba que escuchara esto antes de llegar. Ella levantó la mirada, frunciendo el ceño mientras lo observaba con curiosidad.
─ ¿Qué pasa? ─preguntó, su sonrisa aún intacta, como si fuera incapaz de desvanecerse.
─ Necesito pedirte un favor.
─ ¿Ser tu intermediaria entre Brooke y tú? ─bromeó ella ─. No me importaría hacerlo. Estoy tan feliz de que estés aquí que incluso podría comer la pasta radioactiva que hace Nirvana.