Después del arcoiris [Trilogía fragmentados #2]

Capítulo 11.

Perdón que he estado desaparecida, he estado enferma desde diciembre 🫠 espero que todos se encuentren bien.

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Estamos observando nuestras caras como si fuésemos alguna clase de idiotas, la luz tenue trata de iluminar todo el lugar, pero esta es demasiado opaca e imperceptible, pero a nosotros no nos molesta en lo absoluto la poca iluminación, de hecho, de alguna manera nos reconforta y además con toda la luz que irradia la luna y que se filtra por cada espacio del salón creemos que es suficiente.

Me llevo un bocado de mi cena a la boca mientras observo fijamente a Allen, la cual no ha dejado de mirar a Yaisa desde que está se sentó en la silla del comedor a cenar con todos nosotros, de hecho, Allen no es la única que la esta mirando, todos lo hacen, es solo que mi hermana la observa de una manera inquisitiva y hasta despectiva, lo cual me sorprende un poco, pero los demás sólo la observan con curiosidad y ella solo les devuelve la mirada con una mezcla de desconfianza e incomodidad y si, esto es más raro de lo habitual.

Había traído chicas antes, pero ninguna con un bebé en brazos, todos deben de estar preguntándose muchas cosas ahora mismo y nos los culpo, yo también estaría igual.

Siento que me esta faltando hacer algo, pero no sé que es.

—¡Ah si! pero diablos que maleducado soy— me golpeo la frente llamando así la atención de todos los presentes incluyendo la de Yaisa. Allen entrecierra los ojos en mi dirección y me mira de manera perspicaz —Ella es Yaisa, una amiga y desde el día de hoy mi protegida.

La señalo y ella sólo les sonríe con amabilidad.

—Un placer Yaisa, mi nombre es Alex, pero puedes decirme el futuro amor de tu vida— todos nos reímos por las ocurrencias de Alex y para mi sorpresa Yaisa también. Eso me hace sonreír un poco porque significa que se esta relajando y sospecho que ella no lo hace muy a menudo —¿ven? soy el mejor, los hice reír a todos.

—O el peor— le siguió Steven la broma y nuevamente todos reímos —yo soy Steven y puedes llamarme a la hora que sea cariño, para lo que necesites— este le guiñó el ojo y nuevamente las risas continuaron.

—Vaya, vaya pero si tenemos aquí a un par de casanovas— responde ahora Brad siguiéndole la broma a los chicos —si ahora son así, no me quiero imaginar cuando sean adultos, seguro y acabarán con el mundo— los chicos asintieron al unísono dándole la razón y nos reímos a carcajadas por el chiste —mi nombre es Brad y no te diré las estupideces que te dijeron esos dos— Steven y Alex se hacen los ofendidos —pero si te diré que si eres amiga de este idiota, pues ya eres nuestra amiga también.

—Gracias— agradeció Yaisa y los siguientes minutos fueron más amenos y relajados, ya no había tanta tensión en el aire, excepto por Allen, esa era la única que se mostraba impasible.

Yaisa participaba de vez en cuando en las conversaciones, pero aún así seguía mostrándose algo reacia con nosotros y era normal, en su lugar yo también estaría igual, porque ¿qué clase de persona llevaría a una completa desconocida a su casa donde vive su familia? exacto, nadie, yo lo hice y algo me dice que ella no me defraudará, sé que esto al final valdrá la pena.

Pero aún así entendí algo, entendí que lo que Yaisa necesitaría para confiar plenamente en nosotros, sería tiempo, el mismo tiempo la ayudaría a ella a darse cuenta de que no somos malas personas y que lo único que queremos es ayudarla, quien sabe y en unos años ella pudiese ver a una familia en nosotros, pero eso sería mucho pedir.

Los chicos hacían chistes cada cierto tiempo para que no volvieramos a un incómodo silencio. Debía admitir que me gustaba verlos a todos tan bien, tan relajados y risueños, como si no llevarán el peso de mil tragedias encima, como si no tuvieran un pasado que los atormentará, como si no tuvieran pesadillas por las noches, como si jamás en sus vidas ellos hubiesen sufrido de alguna manera y me alegra ver que de alguna forma ellos intentan seguir con sus vidas, verlos a ellos así me hace pensar que tal vez algún día yo si pueda superar todo lo sucedido y tener una vida normal, que todo en algún momento pasará y que estaré mejor, pero supongo que eso sólo pasará si me dejo ayudar, porque sino me terminaré ahogando en lo más profundo de mi miseria y nada ni nadie será capaz de auxiliarme, tal cual como ha dicho hoy Allen.