°•.Robo.•°

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Emma se despertó a las 7 de la mañana.
Apagó su alarma y se incorporó en su cama. Era hora de ir a clase.
Emma se estiró y se empezó a preparar.

Una vez fue a la cocina a prepararse el desayuno, encontró una nota de su padre encima de un taper, al lado de un vaso de leche con cola cao y unos cereales de chocolate. También habia un par de billetes al lado.
Emma leyó la carta.

"¡Buenos días Emma!
¿Has dormido bien? Espero que sí. Te dejo esta nota para recordarte que hoy tengo una reunión importante, así que cuando te despiertes ya me habré ido, son tres horas de viaje en coche.
Te he dejado el desayuno y el almuerzo de clase preparado. Y te he dejado dinero para que vayas a comer a donde tu quieras, KFC, Telepizza, o donde te apetezca.
Intentaré llegar pronto a casa, pero no puedo prometerte nada.
¡Con cualquier cosa me avisas!

Te quiere: papá.

Pd: Ya empieza la temporada de frío, abrigate bien antes de salir."

Emma se sentó a desayunar y miró el calendario.
15 de noviembre.
Faltaba un día para que anunciaran las listas de la excursión y también el coste de la misma, y también se acercaba la fecha de la presentación que iba a hacer la clase frente a los jefes de estudios.
Emma se preparó, guardo lo que le había dado su padre, y se fue a clase.

Llegó de las primeras a clase, como siempre, que cuando llegaba no había nadie.
Solo que esta vez Diana ya había llegado. Estaba sentada en su sitio, mirándose en la cámara del teléfono y poniéndose rímel.
Emma dio los buenos días y fue directa a su sitio.

-Buenos días Emma. -dijo Diana- Oye, ¿Puedo preguntarte algo?

-Eh, sí. Dime. -respondió Emma.

-¿Vas a ir a la excursión dentro de un mes?

-Eh... Creo que sí. ¿Por qué? -preguntó de vuelta Emma, sorprendida por la pregunta.

-Oh, es una lástima. -respondió Diana, centrándose en aplicarse de nuevo el maquillaje.

-Um, ¿Por qué sería una lástima que fuera a la excursión? -insistió Emma.

-Oh, nada, no te preocupes. Simplemente creía que nos dejarías disfrutar de la excursión a la clase. Pero no importa, supongo que entonces mis amigas y yo no iremos, no te preocupes. -dijo Diana con una falsa dulzura.

Emma se quedó de piedra. -¿A qué te refieres? Yo no voy a hacer que no disfrutéis la excursión, podéis divertiros igualmente.

-No lo entiendes, querida. -respondió Diana, aún con esa dulzura, mientras guardaba el rímel en un estuche y sacó un pintalabios- Queremos disfrutarla la clase. Como cuando fuimos a Francia. Tú no estabas en esa excursión, y la disfrutamos toda la clase, como un grupo. Tú aún no estás suficientemente incluida, sigues siendo... Una desconocida. Contigo de por medio, no nos divertiremos igual.

Emma se quedó en silencio por un momento. -Pero... Yo no voy a molestar.

-Pero no será lo mismo si vienes. -dijo Diana, y empezó a ponerse el pintalabios para demostrar que no queria hablar más.

Emma decidió no decir nada más, y fue a su sitio a sentarse.

-¡Buenos días! -gritó Eva con alegría, cuando entro a clase, justo cinco minutos antes de que empezase la clase. -¿Qué tal estás? -preguntó Eva a su compañera.

-Bien, bien. ¿Y tú?

-Bien. ¡Queda poco para acabar el trimestre!

Emma sonrió ante su entusiasmo.

°•.Otro Año Que Afrontar.•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora