Segunda estación: Sólo hay una explicación para esto: Aliens (HirotoXMidorikawa)
El metro es un lugar sagrado.
Santo en realidad.
Así pensaba Hiroto. Un pobre niño rico sin amigos, ni amor. La estación es un lugar dónde pensar las cosas. Invertir el tiempo en pensar lo que harás el resto de tu vida. Hacer una carrera, casarte, pretender procrear, dirigir una aburrida empresa multimillonaria, joderte el resto de tu vida porque no hiciste nada de lo que querías y que tus familiares esperen por tu muerte, ansiosos de tu herencia. Herencia que destinaras a la caridad de un hogar de huérfanos, dejando a tu viuda ingrata y a sus mocosos –porque sabes que no serán tus hijos- en la calle y tú te pudrirás en el infierno ya que en realidad eres homosexual, un pobre pendejo homosexual sin la capacidad de dar un paso fuera del closet. Sí, así pensaba Hiroto de camino a su casa tras de un largo y tedioso día en una aburrida escuela de niños ricos.
Bendito sea el metro, lugar sagrado dónde puedes pensar toda clase de obscenidades y leer en la comodidad de los asientos de fierro al ritmo de cada estación.
La vida de Hiroto era aburrida. Llena de ruido sin sentido que solo podía ser reprimida por sus audífonos –gigantes- que valían más que la vida de cualquier mocoso dentro de ese vagón.
Ese día en particular, había salido tarde. A las siete, por desgracia. Entró al vagón y encontró asiento cerca de la puerta. 8 estaciones pasaron cuando llegó a la cual denominaban "Raimon" y allí comenzó su pesadilla.
Dicen que la felicidad viene de maneras insospechadas.
§
Uno de esos días vas como cualquier otro, escuchando un poco de Datf punk y de pronto una risa rompe tu hermosa esfera de confort. Alzas la mirada y otra vez, y otra. Buscas al frente y al lado izquierdo, pero en realidad del derecho es de dónde viene semejaste graznido, como si estuvieran desollando a un animal. Pobrecilla ave. Atinas solo a enarcar una ceja y subirle el volumen a lo que se supone que tiene que ser tu mágico escudo anti-ruido. Pero ese sujeto de cabello verde –joder, chingame la retina- tiene un timbre tan potente que es capaz de sobrepasar el nivel 10 de tu iPhone.
Y todo se va a carajo.
Te le quedas viendo fijamente. Como un gato que mira a otro mientras se baña. Porta el Uniforme de Raimon y lleva debajo de su brazo derecho una maleta deportiva y por su aspecto descuidado, debe de jugar soccer –deporte de barbaros- bueno, en realidad lo compruebas al ver el balón que otro de sus amigos lleva. Lo mira de arriba abajo y lo ignoras.
Mentira.
Te le quedas viendo todo el viaje. Intentas comprender como su risa puede ser el doble de potente que tu mágico escudo.
Solo hay una explicación para esto: Aliens.
Bajas en tu respectiva estación y lo empujas con el hombro en el proceso. Él te grita "!Hijo de puta!" , pero no lo escuchas. Las puertas se cierran y cuando miras de reojo él está siguiéndote por los vagones con forme el metro se mueve y a medida que este aumenta su velocidad. Lo dejas atrás.
Pasas la mitad de la noche entendiendo que fue lo que paso este mismo día. No duermes más que cinco horas – y no son lo suficiente- como para aguantar despierto en clase en tu carísimo asiento de miles de dólares que tus padres te han costeado. Ignoras a todo el mundo – como siempre- y vuelves al metro. La suerte te sonríe y no te encuentras de nuevo a ese grupillo de revoltosos de la escuela Raimon, pero al pasar por la estación inevitablemente levantas la vista para ver cómo se prende el foquito de la estación. La puerta se abre y se cierra y todo en tu vida parece volver a la normalidad.
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(IE) Aliens (HirotoxRyuuji)
Fanfiction[Yaoi, AU] [HirotoXMidorikawa] El metro es un lugar mágico y extraño dónde se pueden narrar toda clase de historias. Un día de esos crees que tu día no puede empeorar, y cuando menos te lo esperas, la vida te recuerda lo miserable que eres. En esta...