el renacimiento del loco ger

Parte 48

"¿Qué te pasa?", Xu Shi notó el rostro sonrojado de Wang Jin, el hermano Xi finalmente se dio cuenta de que algo andaba mal y preguntó en voz alta.

Al escuchar la voz, Wang Jin recuperó repentinamente sus sentidos, como si hubiera recibido una descarga eléctrica, y rápidamente retiró su mano de la mano del hombre.

El rostro tranquilo del hombre se volvió frío nuevamente, sus nudillos se encogieron ligeramente y metió los cinco dedos en la palma de su mano, pero no pudo eliminar el vacío en el momento en que la mano del hermano pequeño dejó su palma.

Después de que Wang Jin retiró la mano, el sudor caliente se enfrió rápidamente y, con la brisa que soplaba, la presión del aire del hombre a su lado se comprimió, lo que provocó que Wang Jin temblara de frío. La palma de la mano del hombre hace un momento. Sube la temperatura.

Lamentó que la mano se retirara demasiado rápido en este momento, de hecho, era innecesario.

Los dos se movían debajo de la mesa, pero el hermano Xi no podía verlo... Incluso si lo vieran, son marido y mujer, ¿qué hay de malo en tomarse de la mano? !

Pensando así, Wang Jin miró al hermano Xi a su lado... Había resentimiento en sus ojos que ni siquiera había notado...

Él respondió enojado: "Estoy bien".

La voz es ronca... no tan suave como antes, pero con un toque de ternura.

"..." El hermano Xi en realidad está muy interesado cuando no está obsesionado con la medicina. En este momento, puede sentir claramente el disgusto de Wang Jin.

Pensó que el hombre no se sentía bien, por lo que rápidamente se puso de pie y extendió la mano para tocar la frente de Wang Jin: "Déjame ver si tienes fiebre".

Wang Jingang estaba a punto de girar la cabeza para esquivar, pero una fuerza externa lo apartó a un lado, su cuerpo se abrazó y sus manos se sujetaron nuevamente.

Wang Jin hizo una pausa por un momento, luego se relajó y colapsó sobre el cuerpo de Yuan Heng.

"Hermano Xi, Ah Jin está cansado hoy y necesita descansar, puedes volver otro día", dijo el hombre sin rodeos y lo ahuyentó.

Al escuchar esto, Wang Jin se apresuró a hacer eco: "Sí, sí, sí, estoy cansado, escucha, mi voz es ronca".

El hermano Xi parpadeó y notó que ninguno de los dos parecía muy feliz.

Sus ojos los escanearon a ambos de un lado a otro, y finalmente sus ojos se detuvieron en las manos que sostenían.

La mano generosa del orco es enorme... sosteniendo la mano blanca y menuda de mi hermano, como si la envolviera en la palma de mi mano...

Pero están entrelazados con diez dedos, y las yemas de los dedos de ese hermano se pueden ver entre los dedos del orco...

Las yemas de los dedos son redondas y pequeñas. No sé si el calor del cuerpo del hermano ha pasado a las yemas de los dedos. Hay un poco de rosa en las yemas de los dedos. Parece que se ha teñido con colorete rosa... con un indescriptible sentimiento de encanto.

El hermano Xi se sorprendió por un momento, luego, como si hubiera pensado en algo, sus mejillas rápidamente se pusieron rojas a una velocidad visible a simple vista...

Parecía saber por qué los dos eran infelices.

Rápidamente recogió todas las cosas sobre la mesa, las puso en sus brazos y se fue presa del pánico: "Yo... yo... vendré a buscar... al hermano Jin otro día, lo siento... disculpe."

Después de terminar de hablar, salió presa del pánico, tropezando con su pie derecho con su pie izquierdo.

Hasta que salió corriendo por completo del patio, el corazón que había estado estable en su pecho seguía latiendo sin parar.