Capítulo 3: Enemistad.

224 19 0
                                    

Todas las navidades son hermosas o la gran mayoría: para muchos es un día de alegría y para Emma, era un día más que festejar. Santa no era la gran cosa, ya no lo era. Desde que cumplió 13 años nunca volvió a pedir más, y esa era la idea.

Ese día sus padres saldrían por la noche, iban a por esos familiares que temían a los aviones y sí ella no se equivocaba, deberían volver al medio día. Le daba tiempo de volver a ordenar cualquier cosa que Hunter rompiera.

- Todo bien... No falta nada, creo... - murmuró.

- No hace falta nada más, sólo tú enamorada - se burló Hunter.

Emma negó con la cabeza, era la misma broma que intentó explayar durante toda la mañana.

- ¿En verdad la invitaste? - le preguntó Joy.

- Era obvio, lleva gustando de ella media vida - mencionó Georgie.

- No es momento de mostrar tus celos, Georgie - se burló la rubia.

Antes de que uno de ellos continuará con ese show de bromas, se encaminó a la cocina donde se encontraban las botellas de alcohol; cortesía de Hunter, claro.

Esa noche iba a ser entretenida o algo, más ella esperaba con ansias a una persona: después de haberla visto aquella tarde no recibió ni una señal de su parte, ni siquiera un mensaje, mucho menos una visita. Quizás se encontraba insegura o quizás no tenía fé en que T/N podría llegar a asistir a una fiesta organizada por "sus amigos mimados".

Claro, ella sabía a la perfección que a ella no le agradaban sus amigos.

Suspiro; sí ese era el motivo del porque ella no llegaba a presentarse esa noche, estaba jodida, en verdad.

- Todo saldrá bien - se dijo a sí misma. - Ella vendrá - se aseguró a sí misma.

- Claro que vendrá, sí no, desperdiciarán una cama bien puesta - se burlaron a sus espaldas.

Emma negó con la cabeza, amaba y odiaba a Hunter.

- Aprovechala, Jewett vendrá en cualquier momento - se burló antes de salir de la cocina.

MYERS' WISH

La noche había llegado sin más, y una chica nerviosa se resguardaba al frente de aquella casa; la misma que visitó tantas veces y que fue presente de tantas risas, además de gritos e insultos infantiles, por supuesto.

Dentro de ese lugar se encontraban tantas personas, muchas desconocidas sí ella debía admitir, pero conociendo a esos mimados amigos de Emma, seguro que habían invitado hasta el colmo de gente. Muchas de esas personas ya se encontraban en estado de ebriedad y algunas otras viajaban por el universo.

Ella no estaba segura de seguir pero el recuerdo de Emma con esa vaga mirada al darle esa invitación le removía la conciencia. Ella debía ir, al menos unos cuantos minutos antes de volver a casa y esconderse bajo las sábanas.

Con ese pequeño valor, cruzó la acera y esquivo fácilmente a las personas que le estorbaban, hasta llegar a la entrada donde la fiesta era creciente y fogosa; había escuchado unas cuantas voces nombrarla pero no le presto atención cuando al fondo, en esa barra de bebidas, Emma se encontraba sirviéndose un trago. Rápidamente camino en su dirección, alentada por verle el rostro una vez más y quizás, notar el estado de ebriedad que ella tuviera, podría usarlo como una broma gastada la próxima vez que se miraran.

- Emma - la llamó.

Ella le miró automáticamente y con una sonrisa boba, se alentó a contestarle.

- Hey, has venido - notó - ¿quieres un trago? - le preguntó.

[EMMA MYERS] Myers' WishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora