❋Episodio 50❋ "promesa pt.2"

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"Promesa pt.2"
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Mylen Sharon
25 de junio, 2019

Alex entro conmigo en brazos, empujando la puerta con fuerza, sentía su corazón fuera de él, estaba alterado, sus labios me consumían en un beso pasional que no dejaba espacio ni para respirar. No supe que habíamos llegado a la habitación hasta que sentí el colchón en mi espalda.

Tome un gran bocado de aire cuando finalmente me dejo en la cama, estaba entre mis piernas, mi vientre no dejaba de revolotear y el calor hacía que quisiera quitarme la ropa de un jalón— quítate la ropa —me ordeno, estaba perdida en sus ojos que me miraban como si fuera lo más interesante en su vida, empece a levantar mi vestido hasta que quede solo con las bravas, sentí el aire erguir mis pezones, en un caluroso respiro vi hacia el pantalón de Alex, estaba demasiado apretado sobre él, antes de poner mis manos sobre él, Alex bajo hasta mi y empezó a dejar besos húmedos en mi cuello, su rodilla se inclinó más entre mis piernas, y mientras sus besos descendían por mis clavículas quise quitar su camisa, en cuanto lo noto con sus propias manos la arranco de él y la lanzo hacia alguna parte.

—Mylen, no te imaginas cuanto te amo... —las palabras corrían como vibraciones sobre mi garganta, sus labios estaban en mis pezones, jugueteando y mordiéndolos, intentaba mantener la cordura, se daba su tiempo para saborear cada uno de ellos, pero yo necesitaba otro tipo de atención.

—Alex... ah —no pude completar la frase pues mordió algo más fuerte, sacando un gemido de mi, poniendo el ambiente más caluroso, Alex se detuvo en ese momento y me dedico una mirada desde abajo.

Mordí mi labio ansiosa, él no se resistió que su boca ataco la mía en un baile lujurioso, mis manos bajaron a su hebilla, empece a desabrochar poco a poco, mientras me besaba logre sacar su miembro hasta mi mano, donde empece a dar algunos vaivenes sin apretar mucho.

Solo era el comienzo.

Sentí como gruñó su garganta y mordió mi labio—no te adelantes, linda... —junto nuestras frentes—no creo que sea justo que solo yo empiece a ser preparada... —escuche su pequeña carcajada cuando se alzó, alejándose un poco.

Desde abajo vi como se marcaba cada músculo en su abdomen hasta la uve que seguía escondida bajo su bóxer, sus brazos tomaron mis miserias y las separaron aún más, no me perdía siquiera cuando tragaba saliva, me empezaba a perder en mis sucios pensamientos, que pasara si lo mordía un poco? ¿Y si lo rasguñaba un poco? Se vería muy sexy.

—no quieras comerme con la mirada, en especial cuando me tienes para ti... —subió mis piernas a sus hombros, dejando mis besos corruptos, que dejaban marcas de sus dientes y probablemente algún morete. Su boca cada vez besaba más cerca de mis muslos internos, generándome una gran excitación, ya no podía alcanzar ninguna parte de él, estaba demasiado lejos.

—mierda, Alex —su lengua sabia bien donde tocar y moverse, siguió y siguió hasta que mi mano llego a su cabello, para pegarlo más, esto me traería un orgasmo de los mil demonios... espera, porque se detuvo!

Él se había detenido, lo miré molesta—aun ni empezamos y ya casi llegabas, espera solo un poco más... —me dio un beso en la pierna, esto no lo iba a dejar así, con mis pioneras cambié de posición con él—no te muevas, Alex, si no te muerdo... —solo se rio, baje hasta su entrepierna, su boxer ya no daría para más, con mi propia boca baje este y salió hacia lado su erección.

Una flor de otoño (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora