Capítulo 48. Enfermedad

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- ¡No! ¡Aléjate de nuestra madre! – Eran ambos hermanos quien se encontraban detrás de mí, al instante saqué mi arma de sangre y me puse en posición para atacar de ser necesario, sin darle la espalda a ellos me acerqué a la señora y le quité la mordaza de la boca

- ¿Señora Liz? ¿Se encuentra bien? – pregunté, pero esta comenzó a hablar incoherencias y a hacer sonidos extraños - ¡¿Qué le han hecho?!

- Es nuestra madre, jamás le haríamos daño

- Teníamos miedo que nos quitaran a nuestra madre, así que la ocultamos, no sabemos lo que les hacen a los que han perdido sus poderes – los miré, se suponía que nadie más que los infectados y su familia lo sabían

- ¿Su madre es una infectada? – Al instante me tapé la boca y la nariz, ya que no llevaba mi mascarilla, pero de ahí me di cuenta, ellos tampoco llevaban mascarillas, así que no era una enfermedad

- Zeeshan, Zeeshan – comenzó a gritar la señora asustada y me quedé atónita, en ese momento la hija se acercó corriendo a su madre y le inyectó algo que hizo que se durmiera

- Ya mamá, todo va a estar bien – le decía mientras la abrazaba y le acariciaba el cabello – Mi madre hace como un mes nos envió una carta, diciéndonos que se sentía muy mal, con dolores terribles de cabeza y fiebre que no se le quitaba, le dijimos que tomara remedios y por unas semanas se le quitó, pero después nos dijo que volvieron y peor, así que vine a cuidarla pero entre más pasaban los días su condición iba empeorando, se levantaba en las madrugadas temblando y decía que había visto a un hombre con una armadura de piel y una máscara, y que trataba de quitarle algo, y después dijo el nombre, Zeeshan y desde ese momento la fiebre iba en aumento le hablé a mi hermano y nos dimos cuenta que bañándola en agua fría la fiebre parecía irse, pero al instante que dejábamos de echarle agua la fiebre volvía, así que decidimos meterla en la bañera con hielos y parecía mejorar, solo que hace un par de días dejó de hablar y solo hace esos sonidos, no sabemos lo que sea

- ¿Y por qué no se lo reportaron a la facción? Ellos podrán hacer algo – Clara se levantó y salió de la habitación, parándose al lado de su hermano

- No confiamos en ellos, Pandora es un pueblo pequeño así que todos se enteraron cuando Trisha, Owen y muchos otros se enfermaron, una condición rara que les quitaba su fuerza e impedía que utilizaran sus poderes otorgados por la sacerdotisa, así que decidieron informarlo a la facción, hubo una reunión con todo el pueblo, sin embargo mi madre y yo no asistimos porque de todos ella era la que estaba peor, así que decidí avisar al día siguiente, pero qué sorpresa me llevé, cuando nadie del pueblo recordaba ese hecho, solo recordaban que aquellos chicos se habían enfermado de un simple resfriado y que fueron a la ciudad a recibir tratamiento y cuando preguntaba qué si ya habían regresado sus poderes, me preguntaban de qué estaba hablando ¿no es extraño? – Ella no parecía mentir con nada de lo que me decía, se veía asustada y preocupada al igual que su hermano – No puedes permitir que la facción se entere

Apenas iba a decirles que podían confiar en mí cuando se escucharon múltiples pisadas que venían en dirección en nosotros, eran miembros de la facción.

- ¡Abajo! Alcen las manos – Eran alrededor de seis los que llegaron, todos apuntando sus armas hacia ambos hermanos, quienes se agacharon y los oficiales los agarraron, mientras que otros se acercaban hacia mí y al ver a la señora en la tina procedieron a sacarla

- ¡Milena! ¿Estás bien?

- ¿Terra? ¿Cómo supiste que estaba aquí?

- Me di cuenta cuando saliste de la habitación, intenté jugarte una broma pero cuando vi que te dirigías hacia aquí me quedé al margen, vi cuando entraste a la casa, se me hizo extraño después de lo que me contaste, así que pensaba darte cinco minutos y entrar si no salías, pero después vi entrar a esos dos y pensé lo peor, así que di aviso

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora