Ya habían pasado tres días desde que Kay les contó a los oficiales su sospecha de lo qué le pasaba a la señora Liz, además de que había una posibilidad del 50% de que Zeeshan fuera incubus, tanto así fue la impresión de los oficiales que decidieron mandar un informe a la sede de la facción, por lo que se nos extendió el tiempo de la misión. Creí que iba a continuar encuestado a las personas, pero por fin me habían dado la asignación en la zona de los infectados, en realidad no era gran cosa más que hacer guardia y vigilar a los alrededores, pero yo creí que era mejor que estar entrevistando. Mi turno comenzaba en la tarde, así que ese día aproveché para levantarme más tarde.
- Te toca cubrirme, yo estoy custodiando a los infectados con pérdida parcial así que mantente alerta
Los que estaban aislados no se veían tan mal, simplemente aburridos, tanto que algunas veces te hacían platica, supongo que se estaban acostumbrando a estar ahí por lo que se les veía un tanto cómodos.
- Lo único que si me gustaría es que mi familia me visitara, pero no me gustaría exponerlos a mi enfermedad
- ¿Y no pueden ni comunicarse? – pregunté
- Sí, nos enviamos cartas, pero son entregadas personalmente, ya que estoy débil hasta para los hechizos – sonrió, era una persona de unos 30 años y según lo que me habían dicho es que era un hombre lobo, además que unos de sus poderes otorgados era único pues podía hipnotizar a los demás y hacer lo que él les dijera, por lo que se nos pidió principal cuidado con él tanto así que tenía su propia habitación, ya que temían que Zeeshan le terminara de arrebatar ese poder, así que lo cuidaban sobre todo cuando dormía
- Milena ¿verdad? – la puerta se abrió y apareció Linda, la otra chica que había ido a la misión - ¿Crees que podríamos cambiar de lugar? Me tocó vigilar afuera, pero no soporto a los insectos
- Sí claro, no hay problema
Salí e hice guardia alrededor de la zona, todo parecía muy tranquilo, incluso la luna estaba tan resplandeciente, no me arrepentía haber cambiado con ella. Pasaron unas cuantas horas sin nada anormal, así que decidí sentarme un rato, aprovechando que nadie más estaba cerca, fue una mala idea porque me senté tantito y me recargué en una caja que había por ahí cerca, cerré los ojos un breve momento, pero no sé si el sueño me ganó o qué pasó. Cuando abrí los ojos escuché unos cuantos gritos que provenían del pueblo, la luz se había ido en todo Pandora, incluso en la zona de los infectados, cosa extraña porque la facción había traído su propio generador de energía. Me levanté de inmediato, no escuchaba nada, y de un momento a otro sonó la alarma, recordé lo que nos habían dicho cuando recién llegamos "si escuchan esta alarma, es porque alguien no autorizado entró en la zona". A toda prisa y con un poco de cuidado ya que no veía muy bien, entré al lugar donde estaban los infectados y me dirigí a la habitación donde se suponía que estaba Linda, pero cuando entré no había nadie, solo estaba el hombre lobo acostado durmiendo, se me hizo raro que no se despertara por la alarma, lo moví y le llamé varias veces y ahí caí en cuenta que se había desmayado. Intenté sacarlo con todas mis fuerzas, pero era mucho más grande y pesado, así que fue difícil incluso acercarlo a la orilla de la cama, así que decidí arrastrarlo con todo y sabana, solo necesitaba una soga, para jalarlo mejor, saliendo de la habitación había una pequeña bodega así que decidí salir a ver si conseguía una.
Abrí la puerta de la habitación y de frente me encontré a Zeeshan, él se encontraba ahí parado frente a mí, vestía su característica armadura de piel de color negro y azul oscuro. Por un momento me quedé petrificada pero reaccioné y saqué mi arma de sangre, estaba por presionar el dispositivo de alarma cuando Zeeshan me lo arrebató lanzándolo lejos. En defensa alcé mi espada y al momento que se acercó a mí le enterré la punta en el hombro donde no tenía armadura. Cuando mi arma entró en contacto con su piel sentí una sensación muy extraña, Asth nunca me había dicho si al herir a alguien con mi arma de sangre tendría un efecto en mí. En ese momento escuché un ruido proveniente de la habitación donde se encontraba el infectado, estaba por rentrar pero Zeeshan me detuvo tomándome de la muñeca, lo mire y presioné más mi espada en su hombro, no entendía por qué no se defendía y cuando creí que lo haría se acercó más a mí haciendo que mi espada se le clavara más, me tomó del hombro y abrió la puerta de la bodega, donde ambos entremos, mirándonos cara a cara, o más bien cara a máscara. Estaba por luchar contra él pero me tapó la boca y colocó uno de sus dedos en la boca de la máscara que traía, como diciéndome que guardara silencio.
Mi lado de supervivencia decía que no me dejara engañar, que luchara, pero por otra parte algo me decía que iba a saber algo importante, que hiciera lo que decía y después tomara una decisión. Le hice caso a Zeeshan y deshice mi arma de sangre, pero en su lugar saqué una daga y la apunté a su cuello.
- No sé qué diablos quieres lograr, pero si te mueves te juro que te mato
- Shh – volvió a hacer la misma señal con su mano, y después abrió un poco la puerta de la bodega, a modo de que yo pudiera ver algo, pero lo único que veía era la puerta de la habitación del infectado, sin embargo, dicha puerta se abrió lentamente y muy despacio. Zeeshan la estaba abriendo de lejos y ahí vi algo que me dejó sin aliento
En la habitación del infectado, al lado de su cama estaba Zeeshan, literalmente era él, tenía la misma vestimenta, sin embargo había algo diferente, cuando el otro Zeeshan hizo un ligero movimiento, pude ver la diferencia, la máscara, era distinta al Zeeshan que se encontraba conmigo e incluso era diferente a la máscara que vi cuando se me apareció en el portal. El Zeeshan que estaba conmigo cerró nuevamente la puerta de la habitación y de la bodega, comencé a aflojar la daga que tenía cerca de su cuello y lo miré tratando de ver detrás de su mascara.
- ¿Quién eres? – susurré - ¿Qué querías demostrar? – Pensé que no respondería
- Soy al que le llaman Zeeshan – su voz sonaba extraña debido a la máscara – Pero ese al que viste no soy yo
- ¿Entonces quién es?
- No puedo darte todas las respuestas Milena, quisiera, pero debes hacerlo por ti misma – Fue tan extraño que me llamara por mi nombre, como si me conociera – Solo quiero que recuerdes – Zeeshan alzó su mano y al instante lo apunté con la daga, me enseñó su mano que estaba vacía y continuó alzándola hasta que tocó su mascara, que al instante reveló los ojos avellana de Zeeshan – Este soy yo, y solo hay un Zeeshan, no lo olvides, así como tampoco olvides mi mirada. Te lo dije la primera vez que nos volvimos a ver, por fin te encontré y muy pronto obtendrás respuestas, solo confía en mí y en nadie más – Zeeshan tomó una de mis mejillas, como si la acariciara con melancolía, pero lo aparté
- No confiaré en alguien que daña a los residentes de Ashkaly y mucho menos en alguien que no muestra su rostro. Protegeré a la gente de ti y de tu rebelión – Al instante me salí de la bodega y a toda prisa entré al cuarto del infectado, donde aún se encontraba el otro Zeeshan haciendo una clase de movimientos en sus manos cerca de la cabeza del infectado, supongo que robándole su poder, este al verme me atacó sin piedad, era increíblemente fuerte y sus golpes eran precisos, invoqué mi arma de sangre y comenzamos a luchar, no entendía porque no llegaba nadie.
La fuerza de Zeeshan no se comparaba con las de los entrenamientos, además no era experta aún en combate, así que más que atacar me dediqué a defenderme, seguimos así unos cuantos minutos con la esperanza que se cansara, pero comenzó a utilizar hechizos también, sin duda era experto en los combates. Aguanté lo más que pude hasta que uno de sus ataques me dio y me arrojó fuera de la habitación, se acercó a mí y me apuntó con su espada, traté de invocar nuevamente mi arma de sangre pero sentí un tirón a mi costado izquierdo, me toqué y tenía sangre, ni siquiera sabía en qué momento me había herido.
- Es una lástima – Alzó su espada y la dejó caer con toda su fuerza
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ASHKALY: en búsqueda de la verdad
RomanceMilena es una huérfana que a menudo se sentía como si no perteneciera a ningún lado. Sin embargo cuando conoce a un chico que la lleva a Ashkaly, una dimensión alterna donde viven seres míticos, se da cuenta que su lugar siempre fue ahí, y que tal v...