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ACTO TRES | CAPÍTULO 32❝ Reencuentro ❞

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ACTO TRES | CAPÍTULO 32
Reencuentro


Días pasaron, la búsqueda de los Siete Señores de Telmar estaba yendo excelentemente bien. No habían tenido ningún problema en alta mar, tan solo pequeños momentos graciosos en los que el rey fénix soportaba sus mareos.

Y no era la excepción ese día.

El Viajero del Alba navegaba a través de las aguas cristalinas del Gran Este de Narnia, su proa cortando las olas con gracia y determinación.

En el interior del barco, en una habitación apartada del ajetreo de la tripulación, Zylan yacía en su hamaca, sumido en un mar de pensamientos. Los recuerdos de aventuras pasadas y la inquietud de lo que estaba por venir se entrelazaban en su mente, creando un tapiz de emociones y reflexiones.

De repente, un bullicio inusual en la cubierta captó su atención. Voces excitadas y pasos apresurados resonaban sobre su cabeza, rompiendo la tranquila marea de sus pensamientos. Intrigado, Zylan se levantó con agilidad y salió de la habitación, subiendo las escaleras hacia la cubierta.

Al llegar, el sol brillaba con fuerza, bañando todo en un resplandor dorado. Los tripulantes se agolpaban en un lado del barco, mirando algo... o alguien. Zylan avanzó entre ellos, su corazón comenzando a latir con una mezcla de expectación y nerviosismo.

— ¿Qué sucede aquí? —preguntó con autoridad.

Sin embargo, su voz se desvaneció en el aire cuando sus ojos se posaron en la figura que había capturado la atención de todos.

Allí, de pie en la cubierta, con el mar como telón de fondo, estaba Edmund, más maduro y apuesto que en sus recuerdos. Sus ojos se encontraron, y en ese momento, el mundo pareció detenerse.

Edmund, con una sonrisa que iluminaba su rostro, se acerco al fénix y se inclinó en una reverencia, un gesto de respeto y cariño.

— Mon soleil. —dijo con una voz que resonó en el corazón de Zylan— Es un honor volverte a ver.

Zylan se acercó, la emoción haciéndole un nudo en la garganta.

— Edmund. —respondió, su voz apenas un susurro.

No había palabras para describir lo que sentía en ese momento, viendo a su amado después de tanto tiempo.

Los dos hombres se miraron, y en sus ojos se reflejaban años de separación y la alegría del reencuentro. El mundo a su alrededor parecía desvanecerse, dejándolos a ellos dos, unidos por un lazo que ni el tiempo ni la distancia podían romper.

FÉNIX ||  Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora