Corazón solitario

El encuentro

Había conseguido salir del gran templo donde se encontraba desde su llegada al santuario. Al fin y al cabo era solo una niña, bien portada y obediente pero, solo una niña. Así que el estar por tantos meses en un solo lugar ya la tenía aburrida.

El patriarca Sage le había dicho varias veces que si deseaba salir a conocer el santuario él la acompañaría, pero no se atrevía a pedírselo porque, aunque era un hombre muy amable, le daba algo de miedo.

Pensó pedirle al amable caballero castaño Sísifo que la acompañara, pero según había escuchado no se encontraba en el santuario ya que lo habían enviado a una misión especial. Por ese motivo, decidió que iría ella sola.

El lugar era muy bonito, había mucha vegetación y las construcciones al estilo griego eran impresionantes. El clima era cálido, aunque en ocasiones se sentían ráfagas de aire helado.

Caminó un rato hasta llegar a una zona apartada en la que se podían encontrar columnas caídas de lo que en algún momento había sido parte del santuario. Estaba algo cansada, por lo que se detuvo en ese lugar, cerró sus ojos y lo primero que vino a su memoria fue la imagen de los rostros de Tenma y Alone cuando le dijeron adiós, sus miradas tristes...

La pequeña comenzó a llorar, sabía que sería muy difícil volver a ver a sus amigos y jamás volvería a su hogar... jamás.

- Quiero irme a casa...

Estaba inmersa en su tristeza cuando escuchó un ruido cerca de ahí. Eran pisadas, alguien se acercaba a donde estaba.

Entró en pánico, no sabía quién era pero seguro la regañarían por haber salido sola y sin permiso, así que se escondió lo mejor que pudo.

Las pisadas se escuchaban cada vez más cerca y cuando estaba a punto de echarse a correr lo vio...

Era uno de ellos...

Un imponente joven con una de esas armaduras doradas. No supo quién era hasta que lo pudo ver juguetear con la cola de escorpión de su casco. El joven de cabellos azules, el chico despreocupado y problemático.

Quería salir corriendo pero decidió quedarse porque le daba curiosidad ese muchacho, así que permaneció oculta para observarlo.

El joven caminó hasta uno de esos pilares caídos y se recostó, luego cerró los ojos.

Sasha lo miraba oculta detrás de un gran árbol.

- ¿Está dormido?... supongo que si, deben tener muchas obligaciones en este lugar y por eso está cansado. Pensó.

Pasó un rato y él continuaba dormido, así que Sasha consideró que sería mejor irse de ahí antes de que despertara y la descubriera. Cuando se disponía a irse...

- Mmmm!!

- ¿Qué fue eso? ... se detuvo la niña.

- Agghh!

- ¿Eh?... ¿es él?

Sasha miró al joven quien parecía seguir dormido ,pero notó que estaba respirando muy rápido y que cerraba sus puños apretando el pasto.

Volvió a soltar otro quejido por lo que la pequeña decidió acercarse lo más sigilosamente posible. Se arrodilló muy cerca y notó que estaba bastante agitado y sudando mucho.

- ¿Qué le sucede, acaso está enfermo?

Parecía que algo le dolía...

Se acercó más y pudo ver mejor su rostro. Aunque era muy alto y fuerte se veía bastante joven.

-Mmmm!!!

Instintivamente la niña extendió sus manos para despertarlo pero al colocarlas a la altura de su pecho las retiró. La armadura metálica que llevaba estaba demasiado caliente, tanto que le quemó las manos y sin querer dio un pequeño grito, lo que ocasionó que el muchacho abriera los ojos y la tomara de su pequeño brazo.

- ¡Quién eres tú?

Preguntó el muchacho mientras que la miraba inquisitivamente y la pequeña Sasha se quedó petrificada y temblando de miedo. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas sin poder pronunciar palabra alguna.

Al ver esto el muchacho se sentó rápidamente y clavó sus grandes ojos celestes en los de la pequeña.

- ¡¿Pero que demonios te pasa mocosa?!
¿porqué estás llorando si no te he hecho nada?

- ....

- ¿Qué... no me vas a contestar?
¿Te comió la lengua el ratón o qué?

Ella seguía aterrada, temblaba cual hoja de papel sin ser capaz de articular palabra. Y no era para menos, la persona que estaba ante ella era imponente y con una mirada llena de intensidad, por lo que de inmediato cerró los ojos y siguió llorando.

Pasaron unos minutos y ambos estaban en silencio, uno esperando respuesta y la otra queriendo desaparecer.

Silencio... más silencio...

-Aghttt!!! ¡Pero que demonios te pasa niña llorona!

El muchacho la soltó y se levantó. Ella abrió los ojos y miró hacia arriba, el chico se había levantado y comenzaba a alejarse.

- Ay!!! ... ya no puede uno dormir a gusto en ningún lugar. No sé quien seas ni cómo llegaste aquí pero será mejor que regreses a tu casa, este lugar no es un parque y mucho menos un kinder.
Toma ese camino de ahí y no andes merodeando por aquí, es peligroso niñita.

Después de decir todo eso, el chico comenzó a alejarse del lugar, dejando a una asustada y confundida niña observándolo.

Después de un rato, tuvo la fuerza para levantarse y se echó a correr con la intension de regresar a su habitación y no salir nunca más.

- Eso me pasa por desobediente...

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Hasta la próxima.

Gracias por leer 🌷