Única parte

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Con los ojos entrecerrados, Harry entró en la casa solitaria y con ese aroma artificial que la pequeña lata dejaba salir, aquel aroma que ya le causaba náuseas y ya no le daba el soporte necesario y el consuelo que obtuvo durante su embarazo; vio a su cachorro arrugar el rostro antes de empezar a sollozar como si sintiera dolor, le hizo estrujarse el corazón con temor antes de subir las escaleras con delicadeza y lentitud mientras murmuraba palabras en busca de calmar la incomodidad que él también sentía. 

La habitación en la que su nido desordenado estaba le dio la bienvenida con aroma a él solamente, se permitió cerrar la puerta y acercar al bebé a su pecho soltando ese característico aroma a paz para calmar. Suspiró cuando el llanto se detuvo, pero sus propias lágrimas fueron derramadas al seguir caminando hacia la cama, se sentó con delicadeza en la orilla, sintiendo cierto dolor en su parte abdominal y en las sienes. 

Quizá un sollozo salió con fuerza de su gastada garganta al mirar hacia la ventana, deseando que no fuese tan tarde en la madrugada para poder comer algo, pero su cansancio le impidió bajar las escaleras nuevamente y en su lugar se recostó, con cuidado subió hasta la almohada y acomodó a su pequeño bebé en la almohada especial que había comprado a su lado, repasando por enésima vez sus facciones delicadas y pequeñas. 

—Mamá no se siente muy bien, pero vamos a mejorar, ¿sí? —le murmuró con voz bajita y suave, sin querer perturbar su sueño y queriendo dormir unas cuantas horas más.

El sueño se apoderó de él y no tuvo la noción del tiempo, perdiendo la cordura y cayendo en una siesta corta y muy poco reparadora. El llanto de su bebé lo despertó con rapidez; justo al lado suyo se encontraba aquel ser que le iluminó los días todos esos meses, que aunque las náuseas al inicio y los ridículos antojos que jamás pudo cumplirse fueron infernales, no podría quejarse ya teniéndolo en brazos.

Lo levantó con manos temblorosas y ojos aguados, se llenó los pulmones de aire con valentía y los delgados tirantes de su camiseta cayeron al lado de su hombro cuando se descubrió el pecho. Había tratado de aprender lo más posible de los datos amables y llenos de información que las enfermeras le brindaron en el Centro Omega, e incluso practicó con ellas enfrente para corregirlo, pero en ese momento todo se había esfumado de su cabeza y el temor se hizo presente cuando él se enganchó dolorosamente a su pezón, haciendo una mueca.

—Despacio, cachorro —recostó su espalda en la cabecera y se colocó una almohada debajo del brazo que lo sostenía. El cambio se sintió mejor, la posición cambió el ángulo, atenuando la incomodidad y llegó a sentir las pequeñas manos arañar su piel. Era la primera vez que amamantaba a su bebé en privado, y cuando tomó la mano pequeña en la suya, pudo sentir todas esas sensaciones y la conexión que todos los omegas decían; le calentó el pecho y una sonrisa apareció en su rostro como si todo lo que había pasado fuese desapareciendo, dejando solamente el lazo con aquel bebé. 

—Eso es, ¿tenías mucha hambre, cachorro? —Harry le acarició el poco y delgado cabello que tenía, rubio y casi liso. Recordaba vagamente cuando su madre le hacía lo mismo, estirando sus rizos hasta que se rizaban de nuevo, terminando con una cena en su nido y muchos abrazos cálidos después. Y quería hacer eso, quería cuidar de su hijo de la misma manera en que su madre hizo con él, pero si empezaba por cobijarlo en su nido, saldría desastroso y deprimente; pensó en todas aquellas formas en que podría hacerlo feliz y amado mientras se dormía en su pecho, dejando sus labios abiertos pero aún aferrado a su pecho—. Tendré que conseguir algo de fórmula si seguimos como antes, pero espero que no.

Dejó al cachorro en la cama, rodeado de almohadas y mantas por el frío después de sacarle el aire con palmadas suaves en la espalda, y se levantó con lentitud para no lastimarse, a pesar del cansancio que sentía. Su estómago gruñía con hambre, se puso los zapatos de dormir peluditos y acolchados, llenando la habitación con su aroma y tomando el monitor de bebés del mueble. 

Puppy: There's A Long Way To Go ✦ larry omegaverse os !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora