WHITEGIRL // Tn x Bonten

Capítulo 13

Acabé con todo lo que había en el plato y me quedé sentada con la mirada fija en un cuadro que quedaba justo frente a mi.

- ¿Te gusta ese cuadro Tn? - Ran me dijo eso con un tono de misterio- ¿Te gusta el cuadro o te gusto yo?

- ¿Q- que?- mi voz se entrecortó un poco- No sabía que eras tú el de la foto, es que no veo nada de lejos, soy miope.

Tras decir esas palabras a Ran y Rindou le empezaron a salir varios ataques de risa.

- ¿Pasó algo malo con lo que dije?- mi cara de confusión se podía notar a la perfección.

- No, no- respondió con una cara de preocupación hacia mi - sólo es que..- miró a Ran y volvieron a reírse.

- Nosotros también somos miopes- una ligera sonrisa salió de mi cara en cuento escuché eso.

- Mira...- dijo Sanzu- a la niñita de la casa le salió un sonrisa.

Esas palabras hicieron que mi cara se sonrojara y se volviera más roja de lo normal.

Un golpe en la mesa hizo que mi cabeza volviera a la realidad.

- Me cago en la puta- dijo Mikey con un tono de enfado bastante grande- ya no quedan mis pescaditos rellenos de chocolate en la casa.

Mi mente solo podía decirme una cosa, sal de aquí cuanto antes tn. Estos locos van acabar con tu salud mental y a penas tienes 27 años.

- Bueno- dijo Mikey- que comience la reunión.

Todos se callaron cuando dijo esa palabra y se pusieron erguidos con la cabeza en alto.

- Actualmente estamos bajando de rango- habló Mikey- lo que nos supone que otras muchas mafias de Japón tengan la posibilidad de acaparar nuestro puesto. Cosa que nadie quiere.

Me miró

- Así que tenemos que actualizarnos un poco más , es decir, aumentar el número de ejecutivos. - agarró el vaso de vino y bebió un trago para continuar hablando. - eso nos implicaría que tn se una a nosotros, pero no de manera oficial.

Esas palabras hicieron que mi estómago se revolviera todo lo posible y quisiera sacar toda la comida que había tragado.

- No, no y no- dije mientras gritaba- no pienso hacer eso, antes muerta.

- ¿Segura , tn?- por la voz ronca impactando en mi oreja supe que era Sanzu.

Una cosa que metal se colocó a un lado de mi cabeza.

- ¿Segura que quieres morir antes de tener una vida llena de lujos y protección?- reprochó Sanzu mientras me apuntaba con su dichosa pistola.

- Ya que nos ponemos así... - o aceptaba o moría, así que acepté- acepto el puto trato. Ahora déjame tranquila Sanzu. - me tiré una mirada fulminante que hizo que se devolviera a su sitio.

- Además tn - prosiguió hablando Mikey - Koko nos contó que tienes unos dones excepcionales. - Una ligera sonrisa maléfica salió de la boca de todos.

- ¿A que te refieres con eso?- le reproché a Mikey, mi cara de enfado estaba cada vez más al descubierto.

- Tú no te fuiste a España por voluntad propia, no es así?- su mirada ahora se clavó en la mía. - Fuiste a un centro de menores por las cosas que hacías aquí en Tokyo.

Oh no oh no, ¿Cómo coño este sujeto sabe cosas de mi?

Koko, maldije en mi mente.

Me levanté de la silla, mi enfado estaba llegando a su límite.
Me acerqué a la silla de Koko y lo miré con un rabia de lo más aterradora.

- Que coño les has dicho? - Le tiré una mirada fulminante, cosa que a él no le importó en lo absoluto.

Agarré su cabello con una mano y le obligué a que se levantara y mirar hacia mi.

- Te he preguntado una cosa y no me has respondido, te la voy a preguntar otra vez por que soy buena persona.- Que coño les has dicho.- el tono de mi voz se volvió tan frío que pude notar un ligero cambio en mi voz.

No me contestó, cosa que me molestó mucho e hizo que mi rabia se desfogara en su total amplitud.

Agarré su nuca con mis dos manos y acto seguido me ayudé de mi pierna para darle una patada de lo más dolorosa. Lo volví a agarrar de mi pelo y le obligué a acercarse a la pared más cercana, dejando rastros de su sangre por la pared.

Agarré su pelo con mas fuerza y su cabeza quedó a tirar voluntad de mis manos. Comencé a darle golpes contra la pared , su cabeza y frente cada vez sangraban más .

Una locura en mi se estaba formando , y una vez que empezaba.

No hay forma de frenarme.

Lo dejé suelto y su cuerpo se desvaneció directamente al suelo , dejando un riego de sangre.

- Pero aquí no acaba todo- en mi se podía notar una locura inmensa.

Agarré un cuchillo de la mesa , lista para metérselo en su bonito abdomen.

Me acerqué a Koko felizmente, como si estuviera en un parque de juegos.

Lo agarré del cuello levantando su cabeza.

Pero antes de que pudiera hacer nada un papel envolvió mi nariz y boca, haciendo que me desvaneciera ahí mismo.