Capítulo 3

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Luego de mi tardanza en llegar con Maya y Joshua no podía creer que por fin lo tengo frente a mí.

Es un chico alto con cabello castaño ojos marrones oscuros y con una linda sonrisa que hacen que sus brakets resalten.

El se encuentra recostado en una pared mientras Maya está parada frente a el.

Se remueve de su lugar mientras se acerca para saludarme. De inmediato puedo sentir el contacto de su mano tocando la mía en un leve apretón.

-Hola- dice mientras sonríe su voz es dulce algo gruesa pero con un tono de dulzura en ella y aunque cargue el uniforme desordenado con la camisa salida se mira muy lindo.

-Hola soy Kirsten, mucho gustó -

- El gustó es mío-.

Debo admitir que estoy muy nerviosa el tenerlo así a pocos centímetros de mi me pone a sudar.

-Porque tardaste tanto-.

La voz de Maya hace que salga de mi burbuja de pensamientos.

-Lo siento el bus se retrazo un poco-.

Ella toma mi excusa sin darle más vueltas al asunto.

Los tres nos dirigimos hacia el parque central que se encuentra cerca de del colegio de Maya y Joshua.

Ellos van hablando tranquilamente mientras yo solo voy detrás de ellos tratando de seguir sus pasos.

Cuando ya estamos en el parque nos sentamos cerca de la fuente es un lugar tranquilo y por la hora no hay mucho sol, además los árboles cubren muy bien el lugar.

-Bien y ahora que aremos- Dice Maya mientras quita su mochila de sus hombros para dejarla en la banca.

-Ay no- dice asustada mientras busca algo en las bolsas de su mochila.

-Que buscas- le digo intentando obtener respuestas.

-Mi celular. No lo encuentro-.

-Lo déjaste en- dice Joshua mientras sale corriendo a nuestro lugar de encuentro.

Maya no dice nada y sólo corre detrás de él.

No puede ser me dejaron sola. Me apresuro a revisar la mochila de Maya dando con el dichoso celular.

No puedo creer que no lo haya visto. Pero ya que me dejaron sola le voy a jugar una pequeña broma.

Maya y Joshua regresan después de unos minutos sin nada obviamente porqué el celular lo tengo yo en el bolsillo trasero de mi pantalón.

-¿Lo encontraron?- Trato la manera de sonar lo más tranquila posible y que mi risa no me valla a delatar.

- No, creí que lo había dejado enzima del teléfono público pero no fue así.

-O tal vez si lo dejaste pero se lo llevaron- menciona Joshua.

Pobre Maya está a punto de llorar.

No soy tan cruel así que le voy a devolver el celular.

-A la próxima busca bien- La molestó mientras extiendo el celular y su cara de alegría hace que se me escape una carcajada.

-Donde lo encontraste-.

-En la bolsa pequeña del lado izquierdo-.

-Corrida de mierda que me di- Dice Joshua uniéndose a nosotras.

- Ahora si me asegúrare de guardarlo
bien. Menciona Maya.

Luego de el susto que ocasionó el celular de Maya nos fuismos del parque para irnos a uno más pequeño que quedaba cerca de la casa de Joshua.

Como una estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora