Familia, Música, Amor

XIX

Después de terminar de tomar el te con la madre de Wyatt y ella me preguntara un poco mas de mi vida en Londres, Saria me llevo a mi nueva habitación, una hermosa habitación de colores cálidos con una hermosa vista al jardín.

─Me gustaría descansar, aunque en realidad no es que haya hecho nada en el día – le dio a Saria.

─Por supuesto Lady, ¿le gustaría que la despertara para la cena? ─ me pregunta ella.

─Si por favor – contesto recordando que Wyatt me dijo para vernos en la cena.

─Así lo haré descanse – dice haciendo una reverencia para después irse y dejarme sola.

Como me había dicho Wyatt ya toda smis cosas estan aquí, asi que me cambio el vestido que llevo puesto por una camiseta, que dice la música clasica no se se escucha, se siente, también me recojo el cabello para después no tener un nido de arboles en la cabeza y me acuesto, me duermo a los pocos minutos de tocar la almohada.

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Hay persoas po todos lados, hay música, hay alegría, es una fiesta, llevo un vestido largo, de color dorado con mucho brillo. De repente alguien me oma del brazo, es Alya, me lleva entre la gente, ella también lleva vestido, uno rojo, ella me lleva hasta que estamos de pie frente a una pista de baile.

No entiendo que pasa, pero ella esa muy emocionada, cuando miro al frente de nuevo me encuentro a Wyatt, el Wyatt de 17 años, sin nnguna cicatriz en su mejilla y de manos descubierta la cual me extiende.

─¿Que esperas? ─ me pregunta mi amiga – ve baila con el – me dice levantando mi mano para tomar la de el, el sujeta mi mano encuando lo toco.

─Estas hermosa Clio – me dice besando mi mano.

*****

Despierto en medio de la oscuidad de la habitación, ¿eso habra sido un sueño?, ¿o fue a caso un recuerdo?, no lo se, pero se sintio como que muy vivido para ser solo un sueño y ya.

─¿Que hora es? ─ me pregunto a mi misma en voz alta, buscando a mi alrededo algo para encender la luz y entonces noo una luz tenue en un a esquina y alguien sentado en la silla.

─¿Su majestad? ─ pregunto y el aplaude dos veces, las luces se encienden, si es el.

─Esta espera a que tomes una desisicon me desespera mas cuando me llamas así – me dice dejando una carpeta aun lado mientras se levanta para acercarse a la cama conmigo ─ ¿descansaste bien? ─ me preguna.

─Si, pero... ¿que hora es? ─ le pegunto a que se ve muy oscuro afuera.

─Un poco mas de las nueve – conesta.

─Ay Dios, la cena, lo siento, Saria me dijo que me iba a despertar, pe....

─Yo le dije que no lo hiciera, me dijo que estabas muy cansada después del te con mi madre y mejor que cenaramos cuando despertaras – me dice el, tranquilo pasando un mchon detras de mi oreja.

─Pero...¿y si me hubiera quedado dormida toda la noche?, ¿no hubieras cenado? ─ le pregunto.

─Tampoco tengo mucha hambre – dice el tranquilo.

─Hablo en serio – le dio seria.

─Yo también – dice tranquilo para después inclinarse a mi lado tirando de una soga que cuelga del techo haciendo sonar una campanilla.

─Si su majestad – dice Marcelo entrando abriendo la puerta de la habitación.

─Que nos traigan la cena – indica el sin dejar de mirarme.