Muchos dicen que recuerdan los rostros de aquellas personas que ves al abrir tu miseros ojos. Otros recuerdan el tacto de esas personas que lloran ante su nacimiento. Raro. No recuerdo nada de eso. Lo único que recuerdo era mis días corriendo entre las calles de Japón, escapando de alguien quien se excusaba que era parte de un juego. Cuando me quede atrapado contra una verja, lo siguiente que recuerdo era un hombre alto, musculoso y de cabellera Rubia, entregándome un pelo suyo en la playa. Con mi desnutrido cuerpo, lo tome sin hesitaciones, solo para crecer con el tiempo hasta donde me despierto por una alarma. La detengo para levantarme de la cama fría, culpa del aire acondicionado. Mirando mi reloj en mi escritorio, era las tres de la mañana. Muy temprano para mi gusto, pero me sirve. Aun con el frio en mi cuarto, me levanto de la cama hasta tocar el suelo de madera, sintiendo un escalofrío por mis pies, pero no le doy mucha importancia y solo me muevo para mi puerta, abriéndola y encontrándome con un dormitorio vacío y apagado.
Mientras caminaba por dicho dormitorio para darme un baño cálido, con el agua bajando por mi espalda llena de cicatrices, junto a mis músculos trabajados desde el día que acepte ese pelo. Al darme la vuelta, el agua bajaba de mi pelo verdoso, pasando por mi rostro hasta llegar a mi pecho, donde se puede ver una cicatriz grande desde el hombro derecho hasta mi corazón. Pasando el jabón por mis abdominales trabajados, termino mi baño para agarrar la toalla de mi propiedad, secando mi pelo para secarme lo que resta de mi cuerpo, hasta dejar mi toalla en una pequeña estantería, agarrando una ropa que estaba preparada. Al cambiarme, salgo con otra toalla en mi cuello, caminando en el helado dormitorio. Solo el sonido de los aires acondicionados era el único ruido posible. Si mi vida fuese así, helada, me gustaria más mi "nueva" vida.
Nunca pedí convertirme en esto. Solo acepte el poder para tener algo en este podrido mundo. Sin poderes, eres un don nadie. A no ser que seas un ingeniero como Shield David, quien creo un negocio alrededor a sus inventos, no llegas lejos. Al abrir la nevera en busca de un aperitivo, presiento la presencia de alguien a mis espaldas. Con rapidez, estiro mi brazo izquierdo junto a un látigo negro, atrapando algo. No logro reconocer la figura, pero del gemido de sorpresa, reconocí que era una chica.
- ¿Qué haces despierta? *Cuestiono a la chica, sin soltar mi látigo de su cuerpo*
-S-Solo me desperté para b-buscar algo de b-beber. *Logra decir ante la presión del látigo que enrollaba su cuerpo. Después de unos segundos de pensamientos, retiro el látigo con cautela, notando como la respiración de la chica regresa a la normalidad* Tus sentidos siempre están agudos. *Me complementa, a pesar de que odio eso*
-Con todo lo que ha pasado, supongo que es normal. *Hablo con neutralidad, agarrando dos botellas de agua, entregándole una a la chica* Deberías dormir más. Hoy tenemos prueba físicas. *Empiezo a caminar, alejándome de la cocina y de mi propósito que era tener un bocado de algo en mi estómago, pero será después de relajarme con la misma noche. Lo que no espere era la chica generar una pequeña luz con su poder, que era usar su energía vital, sea lo que signifique eso, para crear ondas amarillas. Esa sería la base de su poder*
-Viniste para un aperitivo. Te puedo preparar algo, si deseas. *Aunque fuese algo tonto que ella usara su poder para hacerse visible, dejando ver una cabellera azul claro llegándole hasta la cintura, con el propio pelo girando en sí mismo desde su cintura, haciendo pensar que es posible que le llegue más largo de lo que se ve. Ojos grandes y azules, recordándome al mar, si pienso que su pelo seria como el cielo. Regresando a su cara, dos flequillos se ven. Uno detrás de su oreja izquierda mientras en el derecho estaba para afuera. Solo me doy la vuelta, dándole la espalda*
-Está bien, no importa. *Regreso a mi fría habitación, abundándome ese frio del aire acondicionado. Busco mi ropa de entrenamiento, que solo consistía en un pantalón negro y una camisa del mismo color. Super original, lo se*