47 - Problemas 🌼

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MELANIE DASHTON

El simple hecho de que esta chica, llamada Ana viniera al bachillerato

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El simple hecho de que esta chica, llamada Ana viniera al bachillerato. Ya era de por si muy grave, pero a la vez muy inmaduro.

—¡¿Pero por qué demonios es que vino hasta aquí?! —espetó con claro disgusto, Allison. —¡¿Por qué carajos es que ella está aquí?!

—¿Y dónde diablos está? —pregunté enfadada.

—No lo sé tías, pero te está buscando Allison —respondió Lucía. —Pero como se atreva a venir esa cabrona aquí, se va a enterar.

—¡Y todo por culpa de esa señora que tanto odio! —expresó Allison furiosa apretando los puños.

—Espero que no venga... —dije yo.

—Muy tarde —habló una voz femenina, muy odiada por mi a mis espaldas... Se trataba de la maldita dichosa de Ana...

—¿¡Y tú qué putas haces aquí?! —espetó Allison con voz dura.

—Me arruinaste la jodida vida, maldita seas Rodríguez —respondió ella, haciéndome entrar en coraje. —Y ahora te haré la vida miserable.

—Alto ahí —dije yo metiéndome a la conversación. —No le vas a hacer nada a Allison, porque todo lo que hizo fue defenderse de actitudes injustas que tuvieron tú y su madre —remarqué—. Así que, pintale a otro lado.

—Ya la oíste cabrona —habló Lucía.

—¿Cómo puede ser posible que te atrevieras a venir hasta aquí solo para decirme eso? —espetó Allison incrédula, sin dejar hablar a Ana—. Yo no te debo nada, Ana. Lo que pasó entre nosotras, ya es parte del pasado. Si buscas culpables, busca a mi madre, ella es la principal culpable de toda esta lamentable situación.

—A mi me importa un carajo si tu madre es la culpable, o si fulanita o fulanito lo son —escupió Ana. —A mi lo que me interesa es hacer tu vida miserable. Quiero que sufras como yo sufrí.

—Y a mi lo que me interesa es estampar mi jodido puño en tu maldita cara de pija —dijo Lucía sin medirse en sus actitudes, moviendo de un lado a otro a Ana.

—¡No me toques, perra! —ladró ella.

—¡¿Cómo mierda me dijiste cabrona?! 

Y entonces ocurrió el peor desenlace posible... Terminamos en dirección las cuatro, debido a que Lucía le dejo el ojo morado a Ana.

—¡Ya le dije que ella es la culpable, maldita sea! —expresó Lucía.

—En base a mis conocimientos, y según lo que respecta, el bachillerato »Hastings« —habló la maldita rubia teñida...—. No permite estas faltas de respeto hacia los estudiantes, y por ende, merece un castigo ejemplar, señor director. Merece ir a detención. 

—Tú callate, rubia teñida —le dije.

—Me equivoqué, las tres merecen ir a detención —agregó la maldita rubia teñida.

—Las cuatro, mejor dicho —habló Ana—. Allison también es culpable.

—A ver señoritas —dijo el director. —Las culpables de toda esta situación, son solamente la señorita López y la señorita Ana. El que también viniera la señorita Dashton, junto a Gonzáles. Es un capricho. Y por lo tanto, las sancionadas serán la señorita Lucía y Ana. Ana por irrumpir en nuestras instalaciones, y López por agredir a un estudiante y...

—¿Está hablando en serio? —lo interrumpió la maldita de Ivonne.  —No creo que quiera que llame a mi padre y que se entere de esto.

—Por supuesto que no, señorita Hadson. No moleste a su reconocido padre perteneciente a la patria —dijo el alegado profesor. —Solo por esta pequeñez. Todas serán expulsadas. Sin excepciones e irán a detención.

—Excepto Allison —añadió Ivonne...

—Excepto ella. Bueno, eso sería todo. Salgan las tres, excepto Dashton, López y Gonzáles.

—No me iré. —selló Allison y yo la miré preocupada.

—Allison... —pronunció Ivonne.

—No me hables —le dijo con rudeza Allison. —Director, mejor lleguemos a una solución congruente.

El director examinó a Allison y supuse que quería aceptar, pero, después miró a Ana y a Ivonne, quienes lo miraban con mala cara y simplemente reitero: "No, no se puede. Mis palabras ya fueron claras. Que tenga un bonito día".

Joder... Esto es peor que el capitalismo...

***

Tristemente, y por desgracia, estábamos en detención. Nuestros padres ya habían sido llamados cuando llegamos a la comisaría. Y ahí nos encontrábamos... Esperando sentadas, mientras maldeciamos a la jodida de Ana y Hadson...

—¡¿Cómo se atreven esas cabronas?! —dijo con enfado, Lucía. —¡Las mataré!

—No, no lo harás —impuso Camila.

—¡Si! ¡Si lo haré!

—Que no, boluda. —reitero Camila. —Si lo haces, te irá re peor.

—¡Me importa una mierda! Yo... Solo quiero que Melly y Allison sean felices. Sin que nadie se entrometa en el camino. Joder... Me cago en la puta y en sus muertos.

Yo miré a Lucía con tristeza.

—Todo estará bien. —aseguré con una sonrisa.

Pero sin saberlo, me equivoqué...

TODO POR UNA APUESTA OMEGAVERSE YURI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora