EL MONSTRUO DETRÁS DEL ÁRBOL NAVIDEÑO

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Noche helada, hogares llenos de amor y calidez, así es como la navidad suele suceder en la mayor parte del mundo, sin embargo no todos gozan de dichos privilegios, siempre hay familias las cuales nunca se llevan bien, ni siquiera en vísperas navideñas y este es el caso del pequeño Hugo, el cual estaba muy ansioso a que la navidad llegara, puesto que era de los pocos días en los que este podía ser feliz, Hugo el cual era de familia pobre no siempre gozaba de regalos o fiesta de parte de sus padres y es por eso que este siempre se alegraba de la navidad, ya que en este especifico día en donde sus padres se esforzaban y lograban costear algunos gastos para hacer feliz a su hijo, ver su cara alegre era lo que lo llenaba de felicidad y orgullo.

Para el pequeño Hugo esto no era muy diferente puesto que el amaba a sus padres aunque en la mayoría de los casos estos discutían sobre los gastos de la casa, esto en cierta manera preocupaba al pequeño Hugo pero se le pasaba una vez que este veía sus caras alegres festejando dicha festividad, que mágica es la navidad ¿no?, ¿cómo algo como la navidad puede levantar la moral de mucha gente? es algo simplemente fantástico, pero todo tiene sus peros, y es que así como esta festividad en tan bella igual oculta cierto misticismo oscuro y aunque no se hable mucho de este siempre hay que tenerlo en cuenta ya que nunca se sabe lo que puede pasar.

Eran las doce y punto de la noche y el pequeño Hugo ya tenia que irse a la cama, había comido tanto en dicha cena familiar, que su estómago no podía más, y es por eso que su madre lo dejo despierto un rato mas para que pueda digerir dicha comida, satisfecho el joven Hugo hizo caso y espero un rato más, al cabo de la una de la madrugada este se fue a la cama con la esperanza que a la mañana siguiente San Nicolás le haya traído un regalo, su emoción desbordaba de tal manera que no podía ocultar su gran sonrisa, ya que esa es la mejor parte de ser niño, cuando uno tiene sueños y esperanzas lo es todo así que el pequeño Hugo se recostó en su cama se acomodó y procedió a dormirse, en la habitación se escuchaba un profundo silencio, un silencio de tranquilidad y comodidad, hasta que fue interrumpido por un fuerte estruendo que venia del techo de la casa, rápidamente el pequeño Hugo dio un salto y exaltado corrió hasta la puerta de su habitación asechando por un orificio de la perilla pensando que se trataba de San Nicolás, sin embargo desde dicha distancia no se podía ver si era aquel hombre o no, así que el pequeño Hugo decidió salir de su habitación e ir al piso de abajo en la sala para ver a San Nicolás.

El pequeño Hugo algo tembloroso y soñoliento bajaba las escaleras con sumo cuidado pues no quería despertar a sus padres ni mucho menos espantar a San Nicolás, pero había algo que le inquietaba, puesto que desde la sala se escuchaba un crujido de dientes como si alguien estuviera masticando algo, podría ser un perro callejero quizás, un animal que entro a la casa y estuviera husmeando por la chimenea, el pequeño Hugo no lo tenia claro pero no quería perder su oportunidad de ver a San Nicolás así que se apresuro y una vez en la sala este comenzó a buscar, pero no logro visualizar ni a San Nicolás ni a ningún animal, tal vez fue su imaginación, tal vez ese pavo no estaba tan bueno como pensó, quien sabe, pero el pequeño Hugo era perseverante y prosiguió a acercarse al árbol, el cual no era mas grande que un adulto promedio, el pequeño Hugo daba pequeños vistazos detrás pero nada, no había nada o eso pensaba el, de pronto el sonido de aquellos dientes se volvió a escuchar, el pequeño Hugo algo atemorizado dijo - ¿Quién anda ahí? - un silencio infernal recorrió todo el lugar y al cabo de un rato otra vez, otra vez aquel ruido, el temor se hizo del pequeño Hugo y este se fue a esconder detrás de uno de los sillones de la casa, atemorizado daba pequeños vistazos a sus alrededores, hasta que desde lo lejos en aquel árbol logro visualizar una mano, una mano que parecía la de un ser siniestro, esta portaba un color oscuro y siniestro, dicha mano era enorme, casi del tamaño de la cabeza del pequeño Hugo, aquella mano solo estaba estática, sin moverse, sin hacer un diminuto movimiento que alarmara al pequeño Hugo, pero este aun estaba asustado, su respiración era acelerada, las manos le sudaban y el golpeteo de su zapato contra el suelo se escuchaba por toda la sala por no lo nervioso que estaba -por favor no te acerques- decía el pequeño Hugo asustado por aquel ente que permanecía inmóvil, hasta que desde el fondo del árbol se lograba visualizar como una sombra oscura crecía cada vez más y más hasta que dicha sombra revelo su aterrador e inquietante rostro, un rostro sonriente lleno de colmillos era lo que el pequeño Hugo lograba ver, no era ni San Nicolás ni ningún otro animal que hallase visto, que era dicha criatura...

El pequeño Hugo solo podía mirarlo atónito y aquella criatura lo veía de forma expectante, curioso y algo tenebroso, de mas de dos metros, encorvado, con una sonrisa tenebrosa y unos ojos brillantes cual luces navideñas, el monstruo detrás del árbol navideño de Hugo no era de este mundo, su silueta recordaba a la de un lobo pero dicha figura andaba en dos patas y de su espalda brotaban unos tentáculos, era tanto el terror que sentía el pequeño Hugo que este corrió con todas sus fuerzas a la habitación de sus padres y la criatura que había permanecido inmóvil no hace mucho, comenzó a moverse con tal rapidez que alcanzo a el pequeño Hugo acorralándolo de frente, rápidamente el pequeño Hugo retrocedió, y aunque este gritara por ayuda nadie lograba escucharlo, era como si en ese momento solo el y aquel monstruo se encontraran en dicha casa.

El pequeño Hugo se dirigió a la cocina deprisa y aunque trataba de perder al monstruo este lo seguía a gran velocidad, los platos caían de la vajilla, el ruido de los sartenes y las ollas cayéndose se escuchaban en la habitación, al pequeño Hugo no le quedaba otro escondite mas que su cuarto pero aquel monstruo no lo dejaría y con uno de sus tentáculos este empujó al pequeño devuelta a la sala, al pequeño Hugo ya no le salían palabras de la boca, aterrado y acorralado daba por echo su fin mientras que la criatura se acercaba a él, paso a paso, se escuchaba el gruñir de la bestia acercándose poco a poco al pequeño, de su boca brotaba saliva como si de un perro hambriento se tratase, la bestia se acerco con lentitud al pequeño y comenzó a olfatearlo, el pequeño Hugo solo podía llorar pensando que era su fin pero de la nada escucho una frase, - ¿tú crees en mí?- era una persona?, no, aquella pregunta venia de dicha bestia, la cual veía con curiosidad a Hugo esperando una respuesta, a lo que el pequeño respondió -si- entre lágrimas afirmaba el pequeño que entre murmuros suplicaba que alguien lo salve, la bestia se irguió y meneando la cabeza le mostraba al pequeño una gran sonrisa macabra diciéndole - que bien - y en un pestañeo dicha criatura abrió su boca lo mas grande que pudo y de un salto se abalanzo encima del pequeño tragándolo entre sus fauces...

Un tono musical comenzó a sonar, era la alarma del pequeño Hugo el cual yacía en su cama, pero ¿cómo?, ¿qué fue lo que paso?, ¿acaso fue todo imaginación del pequeño?, se podría decir que si y a la vez que no, se dice que en los barrios mas pobres del mundo donde la esperanza no se a perdido en los hogares, una bestia con forma de lobo y tentáculos acecha a los más pequeños preguntándoles si creen en el para luego devorarlos, sin embargo esto al final resulta solo en una pesadilla de los niños, los cuales se despiertan al día siguiente como si nada hubiera pasado, pero la gente mas antigua cree que aquella criatura visita aquellas viviendas en plena navidad para ponerlos aprueba, para ver si aún conservan la esperanza, mostrándoles una faceta oscura de sus vidas reflejada en su apariencia de monstruo, y dicha pregunta "tu crees en mi" lo dice para confirmar si dichas personas aún portan dicha esperanza, y dependiendo de la respuesta este te dará buena suerte o un desenlace trágico, muchos creen que son las almas de aquellos que perdieron la esperanza y que regresan en forma de monstruo a ayudar al resto de la gente para que esta no la pierda aun, o quien sabe, nadie sabe que es o como se llama, lo único que saben es que si oyes un estruendo en el techo de tu casa y bajas a ver, detrás del árbol de navidad se hallara el monstruo que se esconde detrás, esperando a que respondas su pregunta... "tú crees en mi".

Fin.

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