SANGRE DE MI SANGRE | La Emperatriz Divorciada

Capítulo 2

Pov. Emily

Em y yo llegamos al jardín del palacio, observé el cielo y respiré el aire fresco.

- Fue una buena idea venir, los días soleados, pero que no hagan mucho calor, son los mejores - Mencioné con una gran sonrisa de paz.

- Prefiero el frío sinceramente, pero es lindo verte de buen humor cada que es un día soleado - Respondió Emma.

Seguimos caminando por todo el jardín apreciando las hermosas flores que habían, a lo lejos pude observar a mi madre con mis pequeños hermanos, la condesa Eliza y Laura. Muy feliz me dirigí con mi madre.

- ¡Mamá! - Grité para capturar su atención.

Ella volteó con una sonrisa en su bello rostro, cuando ya estaba muy cerca, abrió sus brazos y me recibió.

- Mi bella hija - Habló y después me dió un beso en la frente, mamá adora demostrarnos amor de esa manera.

- ¿Cómo te encuentras? - Me preguntó a la vez que arreglaba un poco mi cabello.

- Yo me encuentro muy bien mamá y tú- - Quería devolverle la pregunta, pero sentí a mis pequeños hermanos darme un abrazo.

- ¡Hermana! Ven a jugar un rato con nosotros - Dijo mi pequeña Sofía.

- ¡Sí! Antes de ir a cenar con papá, es de los pocos días que cenamos juntos - Apoyó mi querido Dereck.

Asentí con la cabeza en respuesta a mis hermanos, amaba verlos tan felices por estás cenas en familia que teníamos algunas veces.

- Buen día su majestad - Saludó con una reverencia mi amiga Em.

- Buen día para tí también, Emma. Vallan a jugar, yo les aviso para ir a cenar después.

Nos dijo mi madre, le hicimos caso y comenzamos a jugar los cuatro.

Unas horas después en el comedor real.

Ya era la hora de cenar, mis hermanos y yo nos encontrábamos muy felices, pero notaba a mis padres muy callados, así que decidí preguntar para romper el hielo.

- ¿Qué tal tu día padre? - Mi padre no me respondió - ¿Padre? - Está vez si me escuchó.

- Discúlpame hija, estaba pensando cosas del trabajo - Se disculpó mi padre - ¿Qué me estabas preguntando? -

- Pregunté sobre tu día - Le respondí algo confundida por su actitud.

- Fue un buen día ¿Y el día de ustedes? ¿Cómo estuvo? - Nos preguntó mirándonos a mis hermanos y a mí.

- Fue un gran día papá, respondí bien a todo, el maestro me dijo que soy muy inteligente - Respondió primero mi pequeña Sofía.

- Yo también respondí bien a todo, el maestro también nos dijo que le gusta enseñarnos, porque aprendemos rápido - Dijo muy orgulloso Dereck.

- Esos son mis niños - Respondió muy feliz mi padre.

- ¿Y tú día, Emily? - Me volvió a preguntar.

- Estubo normal, un poco agotadoras las clases pero todo igual - Respondí con una sonrisa.

La cena transcurrió normal, mis hermanitos y yo terminamos de comer y nos sirvieron el postre, un rico trozo de pastel de chocolate. Los ojos de mis hermanos brillaban, amaban el chocolate. Cuando estábamos a punto de comer, mi madre empezó a hablar.

- Me contaron que encontraste una esclava cuando fuiste de cacería y la trajiste aquí... ¿Es cierto? -

- ¿Una esclava? - Preguntaron mis hermanos.