Capítulo 1
"Las consecuencias "
❦ Pov: Omnisciente
Corrección final ✔
El ambiente se tornó denso.Black estaba confundido. Él había sido minucioso en sus actos; sabía que el más mínimo error podría costarle la vida. Estaba seguro de que había asesinado a todos los dioses de la destrucción.
Black se sintió acorralado ante la imponente presencia de Usagi. Sus posibilidades de escapar se estaban convirtiendo en sueños lejanos. Sus planes tenían que renovarse ante este imprevisto, e ingeniárselas para sacar provecho de la situación. Él esperaba que Usagi dijera algo, lo mismo que siempre repetían los dioses, pero en vez de eso, permaneció en silencio, únicamente presentándose ante Deuz. Ella en ningún momento le dirigió la mirada; simplemente pareció ignorarlo.
Él mantuvo su misma postura, ocultando toda preocupación. Miró a Deuz con el rostro firme desde su posición, manteniendo un silencio de muerte en la enorme sala.
—¿Y? ¿Qué has decidido? —inquirió Deuz, sin despegar un solo músculo de su trono.
—Muy bien, aceptaré tu oferta. Pero quiero pedirte algo a cambio.
Shallot, quien estaba a escasos metros de él, lo miraba con seriedad. Kisaragi, temerosa, se quedó petrificada, pensando en lo peor. Usagi se mantuvo despreocupada, y Deuz pareció intrigado y a su vez ofendido. ¡No imaginó que ese hombre fuera tan descarado como para querer negociar con alguien como él!
Black sostuvo una mirada con Deuz; el par de orbes negros retaban a los ojos muertos de Deuz.
—¿De qué se trata? —preguntó, curioso—. Tal vez valga la pena, es la primera vez que un criminal intenta negociar conmigo.
Black, complacido, trazó una sonrisa que transmitía arrogancia, dando mala espina a Kisaragi y a Shallot. Ambos sabían que ese sujeto no era de confiar, por lo cual se mantuvieron cautelosos con su simple presencia.
—Si te traigo la cabeza de esa mujer, mi justicia será aprobada. ¿Es un trato? Dudo mucho que quieras arriesgarte.
Debajo del enorme cráneo, Deuz soltó un suspiro, liberando un poco de vapor. Apenas logró mover sus largos y huesudos dedos y respondió:
—Acepto. Si tú matas a Aori, dejaré que actúes a tu libre albedrío. Sin embargo, si Shallot o Usagi lo consiguen, sigues siendo un criminal. Es una buena oferta, ¿no crees?
Esto inquietó un poco a Black, pero a la vez pareció confiado. Confiaba en que su cuerpo rompería las barreras más fácil que el otro saiyajin y que lograría superar a un dios de la destrucción.
Cerró sus ojos y sonrió despreocupado.
—No tengo nada más que decir. Espero y recuerdes tus palabras.
Deuz no articuló ni una sola palabra más; en cambio, Shallot dio un paso adelante. Reconocía que tan peligroso podría ser el sujeto, pero su sangre e instinto pedían un combate.
—Tengo curiosidad en saber tu nivel de pelea. Quisiera tener un combate contigo —confesó él, llamando la atención de los presentes, incluida Usagi—. Había escuchado que mataste a todos los dioses, aunque realmente solo asesinaste a los supremos kaio para matar a dos pájaros de un tiro y evitar lidiar con los de la destrucción, ¿no es así?
Black esbozó una mueca en sus labios mientras miraba a Shallot.
—Sí que alardeas mucho, saiyajin, empieza a ser molesto. Pero te daré el gusto de que te derrote.
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Destinos y sueños rotos
أدب الهواةBlack es revivido después de dos años de la destrucción de su línea temporal. Desde entonces, han ocurrido varios sucesos que no contaba en su momento. Ahora le toca a él pagar las consecuencias. Tuvo un error de cálculo ante un sentimiento imprevis...