Park Jimin siempre tuvo la certeza de que había venido a este mundo para sufrir, y ¿quién podía decir lo contrario? Si solo había traído a su vida malos recuerdos por parte de los que alguna vez lo hicieron parte de la comunidad mormona.
Todos le di...
Queda oficialmente inaugurado el regreso de Right Now ✨️
Muy pronto un capítulo nuevo... What If..? — Silence
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La suavidad del calor envolvía la habitación de Yoongi mientras él, con delicadeza, secaba mi cabello con una secadora.
Su rostro reflejaba ternura, y en ese momento, me sentí agradecido por cada pequeño gesto de cuidado que tenía conmigo, desde mi sonoro estómago hasta mi cabello. Mientras observaba sus manos trabajar con destreza, la charla relajada fluyó entre nosotros.
— Menos mal que la laptop no se mojó — Menciona Yoongi con alivio, su atención dividida entre mis cabellos y la conversación.
«Siempre encuentra la forma de hacerme sentir pequeño»
— Sí, realmente tuvimos suerte — Respondo aliviado y agradecido con Dios de no tener que comprar una nueva con el dinero que no tengo.
La charla toma un giro hacia la semana siguiente. Una mezcla de emoción y nerviosismo se refleja en mis palabras.
— Estoy un poco nervioso, ¿sabes? No quiero romper nada o hacer mal el trabajo.
Tengo el pánico de hacer algo mal, que me graben y aparecer en videos de "mi primera chamba".
Solo quiero hacerlo bien, tampoco quiero quedar mal ni con Yoongi ni con su amiga.
«El trabajo no es para mí»
Yoongi detiene la secadora por un momento, sus ojos encuentran los míos con tranquilidad.
— Jimin, si rompes algo, lo pagaré. Rompe lo que tengas que romper, está bien. — Suelta con ligereza.
Una sonrisa cómplice se forma en mis labios mientras trato de apaciguar mis nervios.
—¿Entonces eres un consentidor, huh? Me estás criando mal.
Yoongi suelta una risa genuina, su tono de voz tiene un matiz juguetón.
— Haré lo que sea necesario para que te sientas cómodo. Haces todo bien, de todos modos.
Lo miro con picardía, notando su doble sentido, mientras se mordía los labios de manera sugestiva.
Inesperadamente, suelto un grito sonoro, dejando en claro que es un:
—¡Cochino!
La risa de Yoongi llena la habitación, creando un cálido y cómodo ambiente que deja entrever la complicidad creciente entre nosotros.
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