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Ubicado en el piso 3 cuyo numero de puerta era el 147 se encontraba el apartamento del castaño, con un bostezo y a paso calmado se aproximó a la puerta, buscó entre sus bolsillos la llave para abrir la cerradura.

—¡Eres un puto idiota!

Un grito que para muchos sería algo por lo cual asustarse para Connor ya era costumbre escuchar eso día con día.
Una mujer rubia de ojo verde, en ropajes holgados azoto la puerta del departamento a su izquierda con el número 146.

Con rabia aún acumulada la mujer de ojo verde miró a Connor de reojo, encendió un cigarrillo y se recargó en la pared contraria a la puerta de su departamento.

—Buenos días Lambert.

El ambiente se tornó incómodo, el sonido de las bocanadas al cigarrillo y humo flotando sobre el aire.
Connor miró a la chica de reojo mientras quitaba el pestillo de la puerta de su departamento.

—Connie.

Las cenizas del cigarro se desplomaron hasta el piso, la mujer de nombre Connie miraba de manera indiferente al castaño el cual no se apartaba de la puerta.

—¿Saldrás esta noche con nosotros?

Una pregunta que agarro de imprevisto al joven de orbes verdes, así que simplemente se encogió de hombros.

—No lo creo — Respondió mientras giraba la perilla de su puerta para entreabrirla. —Tengo que editar unas cuantas fotos para el periódico de mañana...

El denso humo del cigarro saliendo de la nariz y boca de la mujer, mirando como se esparcía por el pasillo del edificio.

—La única forma en la que sales es para sacar tus fotos esas. —Sin más tiro lo sobrante del cigarro al suelo. —Cuidado Lambert, que tus fotos pueden llevarte a la gloria o al fracaso.

Un suave bostezo se liberó del sujeto de ondulada cabellera, "a la gloria o al fracaso" algo que usualmente escuchaba en su área de trabajo.

—No seas idiota y te veo fuera del edificio a las 8:00pm.

No espero una respuesta, Connie simplemente se alejó dejando el olor a cigarro en el aire y al chico castaño solos en el pasillo del edificio.
La mirada de Connor no se apartó de la silueta de su vecina hasta que desapareció tras bajar las escaleras, señal suficiente como para que el ojos verdes se adentrara en su residencia y cerrarla la puerta.

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El vapor se desvanecía con el leve soplar el viento que entraba de la pequeña ventana en la parte superior de la regadera.
La habitación era alumbrada por los leves rayos del sol en tonalidad naranja, dando a entender la llegada del atardecer.

Ubicado frente a un escritorio negro, en lo que parecía ser una silla corrediza del mismo tono obscuro, Connor recargaba su peso en el respaldo del asiento mientras comía una mezcla de yogurt, miel, fresas y miel todo esto dentro en un plato hondo de tono blanco, de reojo observó el sillón a un costado de su ubicación lo más llamativo sobre aquel objeto era el correo que había tomado en la mañana fue así que con la curiosidad carcomiendo su cabeza se levantó para poder tomar el correo, masticando el último bocado que le había dado a su combinación de alimentos.
Con aquello en sus manos volvió a dirigirse hacia su anterior ubicación arrojando así todos los sobres a la superficie de su escritorio, ahora que lograba analizarlos mejor mucho de esos papeles no eran llamativos ante sus ojos por lo tanto lo que inició como un pequeño montón de sobres terminó con aquellos dos que en su momento había captado su atención.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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