ATRAPADAS EN LA PENUMBRA

Capítulo 33

Capítulo 33

—Tiffany, una cosa somos nosotras, y otra cosa es llevar a mas de 700 personas.

—Sé que nos estamos arriesgando, pero este mundo ya no es nuestro mundo, debemos regresar con Donghae y enfrentar juntos a los Vulcanix.

Jessica solamente las escuchaba, ella iría a donde sus hermanas dijeran, pero ¿No estaba confiando demasiado? ¿Realmente eran sus hermanas? ¿O se había precipitado al asumir tal relación con dos extrañas que afirmaban ser las princesas desaparecidas hace siglos?

—Todo suena increíble y casi irreal, pero creo que es muy precipitado —Dijo Jessica logrando captar la atención de las princesas.

—¿Piensas que es una especie de trampa? —Preguntó Tiffany, Jessica asintió.

—Tú misma nos reconociste por retratos antiguos —Dijo Jennie. —No mentimos, somos nosotras, y nuestros padres son el rey MinHo y la reina Seolhyun.

Jessica suspiró profundo, ¿por qué comenzaba a dudar ahora? Quizás todo era muy de golpe, creció escuchando de sus hermanas y de la triste historia de su desaparición, y además, pese a que sus padres la amaban, ella sabía que solamente la tuvieron por una especie de consuelo.

—Necesito ir a dar un paseo —Dijo Jessica luego de unos segundos.

—¿podemos ir contigo? —Preguntó Tiffany. —Para nosotras solo ha sido poco mas de un mes y medio lejos de este lugar, pero realmente han pasado 480 años, nos gustaría saber como está todo, aunque a simple vista todo ha cambiado para peor.

Jessica accedió a la solicitud y juntas se encaminaron hacia el jardín principal. A medida que avanzaban, las princesas observaron con pesar la desolación que reinaba en los alrededores del palacio. Árboles marchitos, jardines cubiertos de maleza y fuentes secas eran testimonios silenciosos de la decadencia que había sufrido el lugar.

El jardín, alguna vez lleno de vida y color, yacía ahora en un estado desolador. Las estatuas que adornaban los pasillos estaban cubiertas de musgo y dañadas por el paso del tiempo. Los rostros de las princesas reflejaban la tristeza al ver cómo el lugar que alguna vez fue su hogar se había convertido en un reflejo sombrío de su pasado.

—Esto es devastador —murmuró Tiffany, con voz entrecortada.

Jessica observaba con un nudo en la garganta la reacción de las princesas al ver el estado de abandono del jardín principal. A pesar de no haber experimentado directamente lo que ellas vivieron, podía sentir el peso de la tristeza que las embargaba en ese momento.

—Esto es solo el comienzo —dijo Jessica, con una mezcla de pesar y resignación—. Acompáñenme, debemos ir al pueblo.

El trío se encaminó hacia el pueblo que alguna vez fue un centro bullicioso de actividad y alegría. Sin embargo, al llegar, la realidad les golpeó con crudeza. Las calles que antes estaban llenas de vida ahora estaban deterioradas. Las casas que alguna vez fueron acogedoras estaban casi en ruinas, y todo esto era causado por las constantes guerras.

Tiffany y Jennie apenas podían reconocer el lugar que antes conocieron. La devastación que encontraron era más de lo que esperaban. Los recuerdos de una vida pasada chocaron con la desolación del presente, causando un torbellino de emociones en las princesas.

—Esto es... es... —Tiffany luchaba por encontrar las palabras mientras miraba a su alrededor, sin poder creer lo que veía.

—Es desgarrador —concluyó Jennie, con un nudo en la garganta.

Jessica observaba la conmoción de las princesas y comprendía el dolor que sentían al enfrentar la cruda realidad de lo que una vez fue su hogar. A pesar de no haber sido parte de ese mundo en su tiempo de esplendor, el desolador panorama era conmovedor incluso para ella.