Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑

Acto 18

La pila de documentos era enorme, pero no importaban para el señor Hwang, siempre y cuando esos documentos tuvieran el orden y letras que él quería, todo estaría bien.

Leía atentamente las cartas que le enviaban cada mes sobre Hyunjin, notando que los cambios se estaban haciendo presentes y poco a poco, las letras estaban cambiando.

Miró con asco las fotos que llevaba el sobre, ese chico de cabellera castaña besando a Hyunjin.

—Parece que no entendiste —rompió la fotografía junto a la carta—, tú único propósito es ser heredero de todo —tiro todo al bote de basura y se cruzó de brazos—, veamos de que manera aprovechó tu situación.

Y siguió con su trabajo.

Hyunjin tenía un papel y si no lo cumplía como lo había escrito, modificaría algunas cosas hasta que todo volviera a su lugar, de todas formas, ya lo había hecho antes.

  
  
 
 
 
 
  
Félix llegó a ese departamento tan acogedor, era tan cómodo a primera vista, que quería correr por toda la casa y sentirse pequeño.

Se quitó sus zapatos en la entrada y espero a que su primo lo hiciera igual.

—Cariño, ya llegamos —aviso Minho, quitándose los zapatos.

Jisung apareció con una pijama de cuadros, sonriendo como lo recordaba, pero su cabello era rubio, cuando lo conoció castaño.

Hyunjin también tenía el cabello rubio, al menos antes de su cambio.

—¿Félix? —Jisung lo recibió con un abrazo—, pero mira que grande estas, moría por verte.

Minho vio la escena con ternura, notando como ambos se veían felices de ver al otro, saber que ambos se llevaban tan bien, era su mayor alegría.

—Lo extrañe mucho, señor Han —se alejaron.

—No me llames así —rió Jisung.

—Dile señor Lee —añadió Minho.

Jisung golpeó el hombro de su novio y luego de verlo reír, volvió al menor.

—Solo dime Jisung o Sung, somos familia, ¿lo recuerdas?

—Sí.

—Iré a calentar la cena —Minho se quitó su abrigo.

—Yo le mostraré su habitación, vamos.

Jisung fue seguido por un curioso Félix, mirando a todos lados, notando las fotos de la pareja desde que usaban uniforme, hasta que estudiaban en la Universidad.

Él apareció en algunas, la mayoría eran cuando celebraban su cumpleaños o cuando preparaban pay de queso para Jisung.

Sonrió inconscientemente, sintiéndose afortunado de tener familia como lo eran ellos dos, siempre lo cuidaron, lo trataron como el niño que fue, como si un niño fuera.

Llegaron a las habitaciones, era un departamento muy grande, no podía imaginar cuanto tuvieron que ahorrar para poder comprarlo, pero eso mostraba cuanto se querían.

—Tenemos dos habitaciones —habló Jisung, deteniéndose en medio de ambas puertas—, Minho insistió en poner carteles para identificar de quienes eran las habitaciones —rió— la que dice Minsung es la que comparto con él y esta —abrió la otra— que dice invitado, será la tuya.

Jisung entró a la habitación y después lo hizo el menor, notando la cama individual, un armario y un escritorio, parecía vacía, pero muy limpia.

—Ahora dice Félix.