one shot

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Intensa nevada, dulce casualidad del destino.

Es la peor nevada en años que ha azotado Japón, Tokio está envuelta en capas y capas de nieve, el transporte ha sido suspendido en decenas de líneas de trenes, nuestros reporteros se encuentran atrapados en medio de la nieve desde donde nos reportan. Adelante Katsuki...

Ranma chasqueó la lengua y apagó el televisor con desgano, por la ventana podía ver cómo se acumulaba la nieve.

— menos mal no tienes novia, hermanito, ¿te imaginas una cita hoy?

— cállate enana, ¿Para qué quiero una novia? Lo único que necesito es entrenar.

— Ranko, Ranma ¿Ya están peleando tan temprano? Hoy es Nochebuena — los regañó la señora Nodoka desde la cocina— Además, Ranma hijo ¿Cuándo vas a traer a casa a una linda jovencita de impecables modales para que sea mi querida nuera?

Ranko Saotome apuntó con un dedo a su hermano aguantando la risa silenciosamente. El muchacho le mostró los dientes en amenaza, pero ella le respondió mostrándole la lengua en un gesto infantil.

— Tal vez Ranko pueda presentarte a alguna de sus amigas.

— ¡Ni loca!— gritó Ranko, cayendo inmediatamente en cuenta de su error— es decir, ma-má, no creo que Ranma se interese por ellas.

Ranma hizo un gesto de asco justo en el momento en el que su madre asomó la cabeza por la puerta.

— ¿Qué quiere decir eso, Ranma? ¿Acaso no te interesan las mujeres? Eso no es nada varonil de tu parte.

—¡¿Qué?! No, no, no mamá, no es eso. Guarda ese cucharón, por favor— suplicó el muchacho sabiendo la buena puntería de la señora Saotome— es solo que las amigas de Ranko son unas escandalosas, desordenadas, aprovechadas....

—¡Oye! — Ranko le encajó un golpe en las costillas a su hermano, dejándolo sin aliento.

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.

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Ranma y su hermana se frotaron la cabeza donde crecía un chichón mientras murmuraban insultos incomprensibles.

— Es tu culpa enana.

— Pero si tú comenzaste a insultar a mis amigas.

— no es mi culpa que sean tan desagradables.

— tonta.

— imbécil.

Nodoka Saotome continuó revolviendo la salsa con la mano derecha, mientras que con la izquierda lanzó su cucharón de plata, ni siquiera necesitó mirar su objetivo, el utensilio de cocina tomó velocidad angular, rebotó sobre las cabezas de sus hijos adolescentes y regresó a su mano en cuestión de segundos.

—Auch

—¡Ay!

—¿Decían algo, niños?

— ¡Lo sentimos, mamá! — respondieron al unísono los hermanos Saotome.

El señor Genma Saotome rara vez los castigaba y cuando lo hacía era más un entrenamiento sin piedad, pero a lo que los hermanos temían más era a la puntería certera

de su madre. Ranma aseguraba que de haber entrenado artes marciales Nodoka sería la más fuerte de su familia.

Una figura gruesa atravesó el salón sentándose junto a los jóvenes.

— no hagan enojar a Nodoka, hoy es navidad.

— Lo único que te importa es que no se retrase la comida, viejo.

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2023 ⏰

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